jueves, septiembre 21, 2006

La rosa y la nieve

Cuando era pequeña yo tenía cara de niña buena, pero al parecer era tan traviesa que en mi familia siempre decían que yo era peor que el bicho que picó al tren.Y bueno, me acostumbré a que no confiaran mucho en mí.

Por eso cuando conocí a la madre de mi amiga, gracias a mi timidez y a mi cara de niña buena, me trató como a tal y se me quedó en la parte tierna del corazón.

No quiero dar rienda suelta a lo que me pasa por la cabeza porque no es el momento ni el lugar para ello, pero esta buena mujer, que dicho sea de paso es una gran mujer, hoy está y es muy posible que mañana no.

Me gustaría haberle agradecido aquella confianza que puso en mí desde el primer momento, también todas las azules, amorosas y risueñas miradas con que me saludó; pero sobre todo me gustaría haberle agradecido tener una hija que me ha acompañado durante los últimos 28 años de mi vida, enseñándome lo que significa la palabra Amiga.

Por si acaso, gracias Rosa.

10 comentarios:

ÓsQar dijo...

ehmmmm... no quisiera mancillar un post tierno como este diciendo algo fuera de lugar, pero.... ¿y "la nieve"?

Pipilota dijo...

La nieve es mi amiga.

Rosa es extremeña y el titulo en realidad es una especie de guiño a su forma de hablar.

PD: Rosa ya no está.

Anónimo dijo...

Dale un beso muy grande de mi parte.

Anónimo dijo...

No sé que decir, pero si es la madre de Nieves, la das un abrazo de mi parte.

david dijo...

Un abrazo y lo que se dice en estos casos, de corazón, lo siento.

Un besote y un rebeabrazo.

*V* dijo...

Lo siento
Besos y mil abrazos

Anónimo dijo...

Tu ya lo sabes, pero estamos contigo. un besazo

Anónimo dijo...

Hola, yo soy "la nieve", o como mi madre decía "la mari nieve, Mari Nieveh, hija!!!"

Gracias a todos, se fue en 48 horas y sin dolor y deja tanto amor en cada recodo que es un empalago pensarlo.

Mi madre en un principio desconfiaba de mis amigos, por sus "malas pintas" y porque pensaba que la familia era lo único que tras los cataclismos quedaba en pie....Pero Pipilota, Pepa y muchos otros le enseñaron que pueden pasar los años y poder seguir contando con apoyos fuertes como columnas.

Besos a millones...

Pipilota dijo...

Disiento. A mí tu madre no me metió nunca en el saco de amigotes, ni siquiera cuando me convertí en una pintas más... humm ¿o sí?
sé que no, pero aunque lo hubiera hecho no importa, como bien dices esos amigotes siguen estando ahí. Como decía el otro día en el blog de david, a veces parece que llevamos un bolso muy grande y es difícil encontrarlos, pero están ahí en algún sitio y cuando la ocasión lo requiere sabes que nos tienes.

Marchando otro millón de besos en dirección inversa. Muuuuuackkkk

Anónimo dijo...

Perdona, tú no constabas como amiga, siempre has sido una hermana más....!Coño, qué pelota me ha quedáo! Pero las pintas las llevábamos ¿Eh? Que yo recuerdo una vez que mi hermana Rosi se quería cambiar de acera por si la robaban "esos" que venían con aquellas pintas, y mi cuñado le dijo: Rosa! Pero si es tu hermana Nieves y sus amigos.....

 
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