Una aclaración vomitiva

Venía yo hacía mi arduo trabajo el lunes, sí el día de Noche Buena, y mi antena periférica escuchó una frase francamente repulsiva:

- Pero ya sabes que Tu regalo siempre es mejor que el de Ella...

Giré mi cabeza y vi a un señor de aproximadamente medio siglo de edad, vestido de sport con una entrecana barba, arreglada pero informal, hablando por teléfono. Automáticamente pensé que hablaba con su amante.
El caso es que la frase se me quedó impregnada en el Eustaquio como un olor nauseabundo. ¿qué clase de persona puede hacer ese tipo de observación tan tan tan cutreasquerosa?
Pensé que lo mismo no hablaba con su amante si no con ... hmmm hmmm hmmm ¿su hijo o hija? ¿un empleado? hmmm hmmm da igual con quién tuviera esa charla. La frase es lo de lo peorcito que se puede echar alguien a las entenderas.

Si en vez de ir con las orejas al descubierto, hubiera ido escuchando el maravillouso American Wedding de Gogol Bordello, no habría tenido que redescubrir que el mundo está lleno de gente infame.



Y luego hubo encuentros con los amigos, luna llena, cena familiar, regalos ... y noche de paz... noche de amor.