Mi Pepa

Conozco a Pepa de toda la vida porque es un año mayor que yo y porque sus padres tuvieron la genial idea de venirse a Cuatro Caminos a vivir cuando ella era pequeña. Además de mi prima es mi amiga, me ha cuidado y mimado desde siempre y siempre fuimos juntas a todos lados.

Recuerdo una vez en el pueblo cuando veníamos de la discoteca que nos entró una psicosis respecto a cierta tendencia de los mozos del pueblo a hacer emboscadas a las forasteras para matarlas del susto o algo.
Decidimos no pasar por la plaza y meternos por la calleja de arriba con mucho cuidadito de que no nos viera nadie... hasta la primera curva todo fue bien. La noche era cerrada y no se veía un pijo, no sé cómo coño Pepa vio que había alguien delante de nosotras. El caso es que a mí me dio por sacar el mechero para ir alumbrándonos, el resultado no podía ser más funesto. Ahora pienso que si en vez de encenderlo a la altura de los ojos lo hubiera hecho por abajo, por ejemplo a la altura de las rodillas, no habría sido tan deslumbrante el resultado.
Si hubiera habido un agujerito para vernos la cosa no podría haber sido más ridícula. Entre la postura que llevábamos con el culo para afuera y la cabeza totalmente para adelante, con ese deslumbrante mechero y ese dedo mío que parecía que le había dado un espasmo, convirtiendo aquella calleja en una especie de discoteca con luz flashback, con más miedo que vergüenza y diciendo sandeces nada tranquilizadoras... cuando ya casi estábamos llegando, después de invertir media hora en un recorrido que en estado sobrio y a plena luz del día se realiza en cuestión de 3 minutos y medio, Pepa me enganchó de mi brazo libre y me dijo:
- ¡ He visto un viejo con un bastón!*
Mira que estábamos cerca sólo nos quedaban un par de curvas, total, una carrerita incluso con los taconcitos aún nos podíamos echar a unas malas... nos envalentonamos por fin, y echamos pa'lante.
Pepa estaba relativamente en lo cierto, alguien nos precedía en el camino, pero no era un viejo con bastón, ni una parva de descerebrados metemiedos. Era Una Cerda.
Y no me refiero a una tía guarra o asquerosa, me refiero a una cerda enorme de esas que se comen.
Estas cosas unen mucho la verdad, y bueno yo estoy unida a Pepa por pasar miedo en este caso, hambre en La Vila Joyosa, sed en muchos sitios, lagrimas a borbotones y también silenciosas, por compartir gustos musicales e ir a los conciertos juntas, por emparanoyarnos, por agobiarnos, porque también compartimos broncas, amigos y familia claro.
También hemos compartido risas, charlas y pedos de todos los colores.

Mi Pepa es mi Pepa, pero lo curioso es que todes podemos decir Mi Pepa con toda la razón del mundo, porque ella se reparte de tal manera que nunca nos parece mentira cuando lo decimos.
Da los besos más sonoros del mundo.

Pepa es la mejor amiga y la peor enemiga avisades quedáis, es sincera y dice las cosas que piensa le pese a quien le pese, pero eso desde mi punto de vista es bueno.

Felicidades preciosura, he intentado todo el día de hoy subir esta fotito tuya absolutamente “tierna” que me mandó Nieves ayer y ya casi había desistido, pero al final... jejeje puede que el destino, que a veces me mima tanto como tú, haya conspirado para que no veas esto hasta mañana y así no envenenes el café y la tarta con la que me vas a obsequiar dentro de un momento.

* puede ser que en aquellos años dijese algo así como ¡¡ Me cago en la hostia Tía he visto un viejo de mierda con un bastón !!