Noticias de El Más Allá

Quería que le llamaran Bobby, y antes de este nombre que le duró mucho tiempo, se llamó Curro y Jorge. Tenía una imaginación desbordante, era algo mayor que nosotros, pero según decía, no se encontraba a gusto con la gente de su edad.

Cuando las chicas de su edad ya bajaban al pueblo en busca de chicos de su edad, ella prefería quedarse con nosotros, que teníamos como unos 4 ó 5 años menos y nos dedicábamos a estar todo el día perreando y jugando por los cantos.

Nosotros vestíamos de cualquier manera y ella llegaba con su look plus moderno y macarrónico sacado de las mismísimas entrañas de Lavapies. Cuando por fin nos tocó bajar a nosotras al pueblo a tontear, ella también bajó; desde el final de mi infancia hasta el final de mi adolescencia, ella siempre estuvo por aquí, con nos.
Nos enseñó La Historia de los Chindavinto y también que "cuando el pino glacial se esquilórcia entre las síntesis del bromo, hay un agio sormímodo de estratos que involucra la estróncia en perifurcis"
Lo que nos reíamos intentando memorizar y recitar estas cosas fumadas hasta las trancas.
¿Cuántas veces vio La Guerra de las Galaxias en el Real Cinema? 30 ó 40 veces ya ni me acuerdo, pero se sabía el guión y nos lo recitaba a la primera de cambio.

Conoció a Luís de una forma peculiar en el Retiro, y estuvieron juntos 10 años.
Luís hizo una exposición en Veracruz y Bobby se fue con él, estuvieron allí 3 ó 6 meses (ya no me acuerdo exactamente) y allí terminaron su relación amorosa. Quedando el corazoncito de Bobby libre para ver con buenos ojos a Santos, un guitarrista rockero que conocieron al llegar.
Cuando volvieron, Bobby estaba mejicanizada, me acuerdo de mi sorpresa cuando un día en la Sierra le dio por ponerse a gritar - ¡Viva La Guadalupana!
¡Coño! Pero si era atea perdida… qué cosas nos contaba, ella que decía que tenía el sentido de la orientación de un posavasos, por lo oído en Veracruz se orientaba como una grulla migratoria.
Nos habló de las setas que crecían en las mierdas ¿de vaca? y en sus efectos alucinógenos en la selva, dijo que cuando llegó a Méjico se sintió en casa y que quería volver con Santos a ese País de maravilla.

Lo hizo, se fue y lo poco que supe de ella en estos 14 años (catorce años joder) ha sido gracias a los intentos de localizarla que ha hecho Luís a través de mí. Luís me ha hecho mover el culo por conseguir lo que hoy por fin he conseguido. ¿Tendrá el también su recompensa?

Luís nunca la ha olvidado, hace como 10 años me entregó un diario cargado de delicados dibujos y de la soledad que le produjo su marcha, me dio también las pocas cartas que se cruzaron en un principio. Cartas amargas y tristes. Yo me considero como una especie de albacea de ese preciosista diario, sé que la dueña es Bobby, pero ¿existe aún Bobby?

Ahora se llama Yolanda, tiene un compañero y unos hijos que quiero conocer aunque sea a través de una foto. Tiene una vida a miles de kilómetros de aquí de la que deseo ponerme al día. Quiero recuperar a mi querida, lejana y tanto tiempo ausente prima.

Cuando ha sonado el disparo que indica que alguien me envia un correo y he visto de quién venía, me ha entrado un ataque de alegría indescriptible, he llamado a Lola diciendo ¡ Mira mira! con una sonrisa de oreja a oreja... ay que bien.

Vamos a ver… me tengo que abrir una cuenta en Hotmail para poder chatear con ella, y de paso con Ariadna, Necesito actualizar mi cabeza para calcular las diferencias horarias que un océano inmenso nos marca.

El viernes amaneció como otro viernes cualquiera pero qué bien termina. Y encima mañana ceno con Oscar.

Me voy a ir yendo ya porque quiero ver si puedo levantar la moral a Susana que anda un poco baja, y mañana me toca currar, sí, esta vez sí.