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sábado, septiembre 19, 2009

Esquemas rotos

Como en una extraña y significativa analogía, desde el lunes ha empezado a hacer frío. Hace frío fuera y hace frío también dentro.

Un agujerito para verme no sólo os acerca a vosotros a mi, la mayoría de las veces me acerca a mí misma.
Por eso voy a comentar mis sentimientos respecto a la muerte de Dante, porque me tienen francamente asombrada, y a estas alturas de la vida, que una se asombre de lo que acontece en su interior es, como mínimo, raro.

Hay algo que no ha cambiado en absoluto y es que sé perfectamente lo que sentí por él hasta el último momento. Me duele ver a sus amigos en la calle, o que mi madre haga, digamos, arroz con pollo y no poder darle las ternillas o las pieles, o que no salga a recibirme, o que no ladre cuando suena el telefonillo… en fin, todo ese entramado de pequeñas cosas.

Lo que me desconcierta es que no siento el dolor desgarrador que yo misma suponía que sentiría. Muy por el contrario siento una especie de liberación, y al mismo tiempo y por este motivo, siento tanta frialdad que si no tuviese claro mi cariño incondicional, me haría verme a mi misma un poco monstruosa.

Unas piensan que es porque he madurado, otras que es porque estoy en shock y otras que es porque ya pasé el duelo antes de su muerte.

Yo no creo que esté en shock y no sé si es una cuestión de madurez, tal vez sí pasé algo de duelo en este horroroso último mes, quizá me preparó de alguna manera, pero eso no explicaría esta especie de indiferencia por la ausencia. No lo sé, puede que tenga algún momento de tristeza al recordarle, pero a estas alturas dudo mucho que el dolor que tantísimo miedo me daba, ese dolor puro que sólo sentí cuando llegó el momento y cuando me desperté por la mañana... ese, no creo que vuelva.

Eso sí, si un duende me propusiera el trato de vover a tener a Dante otros 10 años, con buena salud, aunque con la reducida movilidad que él me aportaba... firmaría con los ojos cerrados.

Me encuentro en paz por mucho que una especie de absurda conciencia me quiera decir que soy un ser sin corazón. Sé que no es verdad . Sé que en algún momento los corazones también necesitan descansar.

PD: he dejado un enlace permanente en la columna de la derecha del post en su memoria y he creado una etiqueta sólo a su nombre. Creo que se lo merece.

lunes, septiembre 14, 2009

In memoriam


Te quise

te quiero

y te querré.


Eso le confiere a tu hermosa alma perruna mi humilde eternidad.

Han pasado 12 horas y ya te echo de menos.


viernes, septiembre 11, 2009

El sacrificio

Los dioses me exigen de nuevo un sacrificio.

Con el caerá una lluvia que no será dulce y fertilizante, será torrencial y arrasará mi campo.

Pero los dioses son implacables y cada noche que paso medio insomne arrullada por los cercanos gemidos, vienen a visitarme para exigirme este sacrificio disfrazado de piedad

Está cercano el fin de otro de mis mundos y no sé cuándo aniquilarlo.

Cada día es peor y sé que, incluso después, habrá días peores…

…hasta que una mañana descubra que soñar con él ha dejado de ser una maldición para convertirse en una bendición.

domingo, septiembre 06, 2009

En mi mente

Lo que ocupa mi mente últimamente es una sola cosa, o mejor dicho un ser único.

Dante está francamente mal y lo que es peor, no estoy segura de si tiene recuperación.
Padece desde hace tiempo de bursitis y esta afección ha hmmm digamos eclosionado en este mes pasado dejándome un perro de movilidad muy reducida, gemidos lastimeros y mirada de pánico. Siempre dije que llegados a este punto la mejor opción era la eutanasia, pero ahora mismo, aunque la opción no deje de rondar por mi cabeza en mis horas bajas, la tengo algo descartada.

Es curioso como la vida se empeña en ponernos contra las cuerdas para ver cómo cojones reaccionamos. Cómo afrontamos los "donde dije digo digo diego".

Vengo de la terracita de Susanitaka de tomarme unas cervecitas y de oxigenarnos tanto Dante como yo y me encuentro en una relativa calmachica. En estos momentos no me apetece pensar en pesares. Me apetece pensar en la cantidad de cariño que tiene Dante a su alrededor, y no me refiero al mio ya que mi amor no necesito cuestionármelo.

Ver la preocupación de todo el que le conoce y sabe lo mal que lo está pasando es algo que me conmueve más de lo que puedo expresar. Pero necesito gritarlo.
Cualquier detalle hace que mi corazón se ensanche y de verdad que en estos momentos en los que vivo con el corazón encogiíto me da mucho ánimo.

Como decíamos ayer... es maravilloso que la gente que tienes tan cerca no deje de sorprenderte tan agradablemente.

Gracias de mi parte y sobre todo Gracias de parte de Dante que sigue estando ahí.

jueves, agosto 20, 2009

Sobre cierta legislación

Esperaba este día con ilusión, ahora que ha llegado siento el vacío.
Estoy sola y en estos momentos no me apetece estarlo, no me apetece ni cuidar de mi ni descuidarme de mi. No me apetece cargar yo sola con la triste cara de Dante. Dante, dioses, ha dado un bajón este mes que me tiene con el ánimo un poco churriflojo.
Pienso en un péndulo afilado que, como en el relato de Poe, pende sobre mi pecho. Bajando, bajando lentamente para desgarrarme más pronto que tarde. Esa inevitabilidad me da mucho, muchísimo miedo porque sé lo que me espera. Intento no pensar en ello, intento pensar en aprovechar cada momento, pero es difícil.

También tengo un par de esperanzas. La esperanza de que cuando vuelva Jesús de vacaciones me diga:
- Ésto se arregla con una operación.
Aquí entra el pozo del relato de Poe. Una operación de articulaciones a sus años y con su tamaño… no sé, pero estoy dispuesta a hacer algo más que a morirme de pena y miedo.
Y la esperanza más loca de todas es que Dante se recupere de algún modo milagroso, con mi ayuda, claro, pero sin tener que torturarle.

Lo siento, no quiero preocuparte, pero necesitaba vomitarlo y prefiero este método anodino e impersonal, sabes que si intentas hablar conmigo de esto probablemente me haré la loca, así que hazme caso y no te preocupes, este estúpido estado se me pasará enseguida. Es lo bueno de la bipolaridad.

Ahora que lo pienso, está también la otra esperanza, esa que viene de aquella vieja regla que rige mi vida que dice:
Casi toda preocupación tiene un efecto inversamente proporcional a su resultado.
El problema está en el puto “casi” de los güevos. Pero en fin, ya sabes que si en mi es difícil matar una esperanza... imagina lo que cuesta matar tres.

Sé que de este péndulo no me salvarán las ratas pero es mejor que no me lo recuerdes… ya me encargo yo.

jueves, enero 15, 2009

El idio...ma

Hace mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana... que no, que no es eso. Hace mucho tiempo escuché en algún sitio que los perros en general, salvo perros prodigiosos, aprenden a distinguir alrededor de 30 palabras humanas. Dante después de 9 años con nos, distingue tres. Bueno claramente distingue dos "Toma" y "Calle" la otra es “NO” y aunque parece que sí que la entiende, en realidad lo que pasa es que la traduce mal.

Tú le dices No y él entiende Luego.

Debe ser una palabra de muy difícil traducción porque incluso a algunos humanos les pasa lo mismo que a mi perro.


viernes, enero 09, 2009

Pronóstico: resbalones y caídas

Mira qué bonita estaba La Condesa:

Pues sí, el tema del día es la nevada que nos ha caído. Probablemente habrá mucha gente para quién no sea algo demasiado especial, pero para esta madriñelita de a pie... es todo un espectáculo.


Todos andamos como patos y con cara de alucinados... por lo menos en mi barrio.

Por supuesto no podía falta mi pequeño collage sobre mi perro, con su antes y después. Con sus pisadas y con nuestras pisadas.

A Dante no le hace mucha gracia la nieve, debe ser por eso que dicen que ven en blanco y negro y que la nieve, además de ser inodora, tapa todos los olores.
Un espontáneo ha opinado que un barrilito de ron al cuello le quedaría que ni pintado, no dudo que le quedaría gracioso, pero Dante es muy vago y lo más probable es que optara por sentarse al sentir el peso.

PD: sigue nevando copiosamente

viernes, enero 02, 2009

Bienvenido Sr. 2009

Ésta es nuestra felicitación de año nuevo para todos vusotros.


El dibujo es exactamente de cuando encontré a Dante e íbamos a ver las puestas de sol casi a diario. Lo he encontrado entre "mis notas" de aquellos entonces y a Mónica le parece que está genial. Vamos, que no tuve que darle ninguna pista de quiénes eran esos monigotes para que lo descubriese.

martes, abril 08, 2008

Dante La nuit

No sé, estoy confusa.

Dante tiene unos comportamientos extraños últimamente. Además de su aficción de toda la vida por la baja y la alta cocina, ahora creo que quiere aprender a hacer sudokus.

El domingo cuando me levanté vi que había destrozado mi rotu de hacer sudokus, no dejó rastro de la punta... que joer, se podía haber entrenido con el extremo de la capucha, pero no. Yo le dije: - Tás tonto o qué? El miró hacia mí como si por encima de mi hombro hubiera el paisaje más bonito del mundo y ahí quedó la cosa.

Esta mañana cuando me he levantado había hecho trizas directamente mi revista de sudokus. Yo me he ido hacia él con los restos del destrozo y le he dicho ¿¡qué es esto! Eh!?Eh!?Eeeeh!? ¿estás gilipollas? Él se ha puesto a mirarse la uñas con total y absoluto interés por saber si cortárselas o comérselas y ha hecho como si yo estuviera hablando con el del banco... o algo.

En fin. No sé si por las noches intenta hacerlos y como es un patazas lo termina por romper todo, o si está probando nuevas formas de comunicación conmigo.
Yo por si le da por intentar aprender a leer ( a sus años, jatetú) esta noche en vez de dejar el libro, donde caiga lo dejaré hmmmm más arriba.

Si ya lo decía mi agüela, a la vejez viruelas. ¿o eran ciruelas?

lunes, marzo 31, 2008

El pinche

Dante quiere aprender a cocinar.
Ya le he dicho un buen montón de veces que no se esfuerce tanto, que sus patas no son prensiles y que por mucho que se sepa la teoría, a la hora de la verdad, no lo va a poder poner en práctica, pero a él le da igual. En cuanto siente que alguien saca un cacharro en la cocina, o escucha el crujir de un papel o bolsa allá va él. Le da lo mismo que estemos preparando un cocido o que estemos haciendo un bocata.
Si vamos de visita y hay alguien trasteando en la cocina, pasa de saludar a nadie, se va directamente allí por si necesitan ayuda en lo que sea.
El sábado no perdía ripio de cómo pelar los ingredientes de la ensaladilla, estaba con sus tres sentidos fijos en aprehender cualquier secreto culinario que se nos pudiera escapar.
Eso sí, si le pides que te mande un besín… él te lo manda:

miércoles, marzo 12, 2008

De paseíto un rato

Ayer hacía una noche ventosa y agradable para pasear, así que Dante y yo nos dimos un agradable paseo. Lo primero que me llamó la atención fue el extraño cartel de menús de una tasca vasca que hay en una calle perpendicular a Orense.
Leí :
Menú 1 - como huevos y patatas - 7'50 y seguí andando y pensando extrañada: ¿como de comor o como de comer? .
Entonces tuve una regresión mental de tres pasos atrás y se hizo la luz.
Probablemente lo que ponía en realidad era:
Menú 1 - Lomo, huevos y patatas – 7’50
Habían usado una L de esas en forma de la L de la libra o algo así y yo que voy por la vida viendo pero sin mirar y pensando en cosas estúpidas, pues eso.

Luego ya en la calle Orense, me crucé con una pareja bastante pija y acaramelada, cuando estaban a unos dos metros, la chica se vino hacia mí con una tos rara, una vez me hubo pasado, empezó a hacer unos ruidos curiosos, al volverme descubrí que no eran otra cosa que arcadas, la pobre mujer se apoyó en un árbol y le dijo al noviete
- ¡¡¡ Eres un guarro!!
Me quedé estupefacta y ya pude dejar de pensar en mi estupidez literaria de 100 metros antes porque mi mente ya iba haciendo conjeturas de qué podría haber dicho o hecho el pinturero chaval a la pobre y asqueada chica.
Conjeturas nada dignas de mención, por cierto.

Luego me metí por Oviedo y me adelantó un hombre que me llamó la atención porque llevaba en la cabeza el mismísimo mar rojo en plena apertura de Moisés, creo yo que eso debía de dar bastante aerodinamismo al individuo porque me fue imposible alcanzarle... sí, como Dante es tan introvertido y no me cuenta nada, a veces juego a picarme con otros transeúntes; en estas fechas en las que hay multitud de perras en celo no es fácil, dado el peso pesado de mi can y de mi solapada vigorexia en ocasiones corro peligro de dejarme el brazo junto con el perro y un charquito de especial interés para él, mientras yo sigo al individuo en cuestión desangrándome sin darme cuenta.

En fin

Después de un rodeo considerable, llegué a la amplia Bravo Murillo y pude ver al increíble Hombre Cuervo. Iba disfrazado de viejo borracho e iba por la otra acera, asi que, si no hubiera abierto el pico no lo habría descubierto en la vida, pero claro, los graznidos de un ser de aproximadamente metro sesenta de altura y 80 kilos de peso en una calle casi desierta, no son como para obviarlos. Hasta salió el tipo de la pizzería cercana a verlo para creerlo. Dante también alucinó, creo que fue el único momento en el que algo nos llamó la atención a los dos a la vez.

Y después de eso llegamos a casa para ver cómo No se despeina por nada ni por nadie Steven Seagal.

martes, diciembre 04, 2007

Dante está muito mejor :)

Bueno, es verdad que sólo he informado del infortunio dantesco que nos aconteció el viernes. Para tranquilidad de Tomoko contaré el estado de salú en el que se encuentra mi chiquititín.

Dante, además de estóico es un perro con una increíble capacidad de recuperación. No le llevé al veterinario porque me dió por pensar que si le veía en ese estado el diagnóstico que daría, sería una operación de esas de cuanto antes. Y es algo que ni me apetece a mí ni, estoy segura, le apetece a Dante.
Así que me he dedicado a cuidarle con mucho esmero, le he aplicado los ungüentos y vigilancia necesarios para que no se los comiera y el resultado visual ha sido cuasi milagroso. Ahora estoy en un lapsus observacional porque de vez en cuando cojea y si sigue haciéndolo le llevaré a ver a Yolanda que es una veterinaria en la que confio aunque me pille un poquito más a tomar por culo.

Ayer me cundió un güevamen el tema laboral pero aún tengo un cerro de mierda encima bastante importante por lo tango sigo en un estado de estress parecido al de esta panda:



Cualquier cosita sacada de contexto me asusta.

lunes, octubre 15, 2007

Dante con Jamón



Hemos decidido deshacernos del puñetero jamón de la cesta de navidad del año pasado. Pensábamos que no habría quien le hincara el diente hasta que Dante nos ha quitado toda la razón.

viernes, junio 08, 2007

Seguimos empantallaos

Empieza a ser emocionante esto de un día pésimo, un día agradable, un día no muy malo, un día no muy bueno, un día como hoy...



Un día como hoy es un día raro. Tenía todas mis esperanzas puestas en que le quitasen los puntos y (sobre todo) el collarón a Dante pero no ha podido ser, ese puto punto del final del ojo no se ha cerrado. v_v
Tenemos que aguantar pantallazo OTRA semana más... qué aburrimiento por todos los dioses.

Luego el clima es un poco agobiante, he venido a currar después de comer y eso me produce una soberana pereza. Si comes en casa lo lógico es echarse la siesta no echarse al pesado calor de la tarde y meterte en un coñazo de metro luchando con tus propios párpados para no pasarte de parada. Aún así el metro ha tardado cosa de toda una vida en llegar y cuando por fin lo ha hecho era uno de esos metros nuevos totalmente invertebrados, incómodos y sin corazón que venía hasta arriba de gente ensardinada, así que como total ya llegaba casi tres horas tarde, me he dicho ¿que más da? y he esperado al siguiente que por supuesto era uno de los de antes, con mucho sitio para sentarse. Como no hay felicidad completa, nada más sentarme he comprobado que eso no era un vagón de metro si no un horno. Joder que mal.
En fin, he buscado mi espíritu de pequeña saltamontes y me he evadido de allí mentalmente. Tengo que reconocer que me ha salido bastante bien aunque el trayecto se me ha hecho un poquiño largo.

Por cierto tengo que publicar una fe de erratas o como demoños se diga... mi hermana me ha regalado aquello que ví en el kiosco... lo de Harol Lloyd y no son 3 cedeses por 12 euros, es un Cd con 4 cortos por 13 euros. Es lo que tiene ver las cosas a 10 por hora por el rabillo de ojo y echarle imaginación al asunto y más cuando una de tus cualidades/defectos es vivir en Babia. Aún así estoy encantada con el regalo y lo veré esta misma noche si está la tele libre.

Y aquí estoy... esperando que termine tan interesante día, voy a ver si termino el trabajito fino que empecé ayer.

Buen fin de semana a todes.

miércoles, mayo 30, 2007

Todo bien... o casi

Miedo, dice David que tiene miedo a causa de mi nuevo look. El miedo lo tengo yo, pero más que miedo tengo pavor.
Mi pelo no crece. Mi pelo muta.


Sí, es como una especie no clasificada de pokemón, asi que estoy entre aterrada y esperanzada ante el inevitable efecto que tendrá sobre él la fuerza de la gravedad.
Caerá, eso es seguro. Cómo lo hará o si lo hará de manera homogénea, razonable y normal... eso es un misterio misteriosísimo. v_v

Finalmente Dante sólo fue operado de La Cosa del ojo, y bueno ya que estaba dormido y por soplarme 50 eurillos más, le quemaron una verruga del codo, pero eso no era lo que me atemorizaba a mí.
No sé cómo no me entra en la cabeza que las cosas desagradables me asaltan por la espalda y a traición. Es dici, cuando me preocupo mucho por una cosa, no suele pasar nada, así ocurrió con la operación. Dante salió por sus propias patas, un poco atontado pero bien. El mal rato vino un poco después

En un principio pensé ir yo sola pero afortunadamente mi hermana insistió en acompañarme. La operación fue muy bien, un notable para Yolanda. Dante se comportó como un perrazo valiente un sobresaliente para él. A mi hermana le reservo una matricula de honor.
La vuelta a casa fue una pesadilla, nos anularon los dos servicios de taxi que habíamos pedido desde la clínica, llovía y el único taxista que había en la parada era por lo visto alérgico a perros y gatos.
El cerapio y la maldición de que mil verrugas les salgan en toooodos los ojos del cuerpo se la guardo a los peseteros y asquerosos taxistas que había en la parada de taxis de la estación de Chamartín aquel día hacía las 3 de la tarde

Allí me derrumbé como un castillo de arena, si no llega a estar mi hermana conmigo, probablemente me hubiera tirado al suelo a llorar y patalear como una niña. Cómo no éramos capaces de encontrar un vehículo para volver a casa, no nos quedó otra que volver en tren, pero claro, las normas del cercanías es que los perros deben llevar bozal, la cara del taquillero era un poema cuando se encuentra con una histérica y lacrimosa yo diciéndole - no, no tiene bozal pero tiene campana snif snif... es que ningún taxista nos quiere llevar snif snif... Imagino que el pobre hombre no sabría de qué tipo campana hablaba yo y que su único deseo en esos momentos es que me largase de allí. Con su cara de circunstancias me dijo algo sobre las normas mientras se lavaba las manos (en plan Pilatos), me dio mis billetes y nos fuímos a pegarnos con los torniquetes de entrada y salida.

Es francamente difícil compaginar con éxito una pantalla de diámetro bestial, un perro dopado e inexperto en esos lances, una histérica llorona y una pobre hermana mayor que compite con el perro en inexperiencia ferroviaria ... aún así a las 4:00 PM llegamos a casita, nos desparramos y nos tranquilizamos por fin.

Hoy hemos ido de nuevo los tres a revisión... Dante, chschs y yo. Eso sí, con las cuestiones de transporte más claras. Él seguía yendo con su campanon pero he pasado ampliamente de ponerle el bozal aunque por si las moscas lo llevaba en el bolso. ^^

Esta vez Dante se ha enfrentado a las increíbles e ignotas Escaleras Mecánicas (el otro día iba el bicho de ascensor en ascensor). Ha sido divertidísimo (para nosotras, no para él) ver cómo reculaba totalmente espantado ante ese suelo movedizo. He hecho brazo, he conseguido que subiera, he vuelto a hacer brazo y he conseguido que bajara... sólo le ha faltado mirar atrás con cara de desconfianza y suspicacia para que el cuadro me hubiera resultado más destornillante todavía. Qué maldad po dió >_<

El caso es que se le ha saltado un puto punto y le han tenido que volver a dormir para dejarle en párpado en condiciones... pero bueno está bien, está respondiendo fenomenalmente al tratamiento y quitando que tienen que llevar el collar isabelino (o campana o antena paranóica o pantalla o embudo…) durante otros diez días todo va viento en popa.

Mira que me gusta poco llamar la atención, pero con el aspecto de Dante con esa carpa de circo es imposible no ver gente señalándonos o riéndose o compadeciéndonos… en fin, diez días pasan volando.

jueves, mayo 24, 2007

Operación pero no de salida

Es jueves, mañana es viernes y estoy muerta de no sé qué.



Mañana a las 11:00 operaran a Dante de La Cosa del ojo, en plena operación valorarán los allí reunidos si se meten con las coderas o le dejan en paz con sus inflamaciones temporales.

No pasa nada, confío ciegamente en Yolanda, la cirujana, así que no hay porque preocuparse. Y por supuesto sobreviviremos al pos-operatorio... ya lo hemos hecho antes.

Me he cogido el viernes, el lunes y en principio medio día del martes para no dejarle solo ni un instante. Ahora que lo pienso es una buena razón para no salir a lucir mi rapadura capilar... no, si el que no se consuela es porque no quiere. Está clarísimo ^^

Y hoy... hoy tengo que ponerme al día, así que también es como si ya no estuviera. Dejo aquí mis razones y me largo con viento fresco a quitarme la bestial acumulación que la dejadez de esta última semana ha creado.

Os dejo esta bonita canción de Chambao que expresa lo que en realidad os quiero decir... volveré más pronto que tarde.

Deseadnos suerte y que Dante no sufra mucho.

lunes, marzo 26, 2007

Insomino y algo más

He pasado una noche de perros. Dicen que es lo normal a causa del cambio de hora y esas cosillas, pero la verdad es que odio el insomnio.

Cada vez que me ponía a ello porque mis ojos no podían mantenerse más tiempo abiertos hacía el mismo ritual, suelto los sudokus, dejo el bolígrafo, me quito las gafas, apago la luz, acomodo mi cabezón en mi adorada y mullida almohada de plumas y de pronto... ideas raras bullendo, picores extraños por todo el cuerpo, sed, ¿cuántos años tiene mi colchón? ¿ tiene los consabidos 10 años y debería pensar en cambiarlo? … zas, de nuevo ojos como platos.


Mi desesperación crecía con cada tic-tac.

Enciendo la luz, me pongo las gafas, pienso en leer y lo desecho... lo que me faltaría que me enganchase la lectura, cojo mis sudokus, mi boli y vennnnga a intentar otra vez que pase algo.

Vi las malditas 3:15 así que calculo que me terminé por dormirme hacía las 3:30 aproximadamente. Soy tan feliz durmiendo, se está tan a gusto soñando nonadas...

De pronto siento que me tocan el pie de manera insistente, es mi madre y dice que el perro no hace más que ir a despertarla, me entran unas ganas de llorar a gritos que sofoco a duras penas cuando veo que son las 4:50


Mi madre se marcha y se queda el perro... yo ahí preguntándole ¿qué te pasa bobo?

Sé lo que le pasa pero intento colar esa vieja y falsa creencia de que si ignoras el problema, el problema desaparece. Así que como silbando y mirando para otro lado apago la luz y en la oscuridad siento que Dante hace un movimiento de ir a dar el coñazo de nuevo a mi madre, le llamo, viene, me da un lametazo y pone su pequeña cabecita encima de mi brazo inmovilizándome de inmediato, con la mano libre le acaricio, le hablo y le maldigo suavemente... me libero y Dante pone su pataza sobre mi. Me doy cuenta de que no hay más remedio que salir.

Son las 5 de la mañana y ahí estoy yo en el parque en pijama, abrigo y bufanda con cara de alunizada total , Dante olisqueando aquí y allá durante un tiempo que se me está antojando cada vez más y más largo hasta que por fin hace lo que se supone que tiene que hacer... Además de la dermatitis y de la cosa rara del ojo, ahora también tiene gastroenteritis o algo así >_<


A las 5.30 ya estaba de nuevo en casa con los ojos como platos, pasé de hacer otra cosa que apagar la luz y conjurar al sueño mediante cierre de ojos crispados, cuando ya parecía que me estaba incomunicando del mundo... una peste insoportable que parecía salida del pantano del hedor eterno inundó la habitación... buaaa buaaa buaaa.
Levantarse, abrir la ventana, maldecir de nuevo a mi dulce y corrompido chucho y ver que eran las 6:00 no me ayudo en nada a relajarme, sinceramente.

Ya no he vuelto a mirar el reloj hasta que esta mañana mi madre me ha vuelto a tocar el pie y me ha preguntado - ¿no te piensas levantar hoy?

Eran las 10:30 y ya no quedaba tiempo para más sueños, me alegro porque era un sueño triste que me ha dejado un sabor de boca ansiolítico y mierdoso. Me he consolado pensando que peor que la noche no puede ir el día y cuando he llegado a currar me descubierto que hay días que son como las noches de insomnio... cualquier revés que tengas parece como una maldita conjura de necios.

Pero hasta las conjuras llegan a su fin... en eso andamos por aquí hoy ^^

martes, agosto 22, 2006

Los perros


La llegada de Dante fue impactante para los niños y para Perla que se enamoró de él a primera vista. Nunca vimos las allí presentes un amor tan arrastrado y suplicante; entre risas le aconsejábamos a Perla que por favor no hiciese aquellas cosas que Dante estaba dando claras muestras de agobio y que aquello tenía pinta de desembocar en el más triste pasotismo por su parte e incluso algún gruñido. Pero como el amor es ciego, Perla siguió arrastrándose a los pies de Dante, afortunadamente Perla debe ser tan inconstante como una servidora y la pasión arrebatadora le duró solo ese rato, después se dio cuenta que yo le hacía más caso y pasó bastante de Dante. Pero ese primer día nos reímos cantudubi.

Los niños y Dante son una mala cosa para él, porque no le gustan, menos mal que los ignora y no se dedica a enseñarles la peor de sus sonrisas.
Cuando aquella parva de chiquillos descubrieron que Dante daba la pataza cuando estaba sentado y se la pedían se montó allí en la esquina de mí tía Facu un remolino. Dante me miraba con ojos suplicantes y yo pasaba de sacarle las castañas del fuego, porque me encanta presumir de perro educado.

Otro de los suplicios de Dante se llamaba Norma que era una chucha de la que yo me enamoré ipso facto pero que a Dante le traía por la calle de la amargura. Norma es una cachorra mezcla de un perro cazador que no se explicar que raza tiene, pero que el pelaje se parecía mucho al del Barbas y de algo así como un pitbull y tenía una energía sorprendente. Mira que es difícil acercarse al plato de Dante sin que venga a toda leche a ver si le vas a quitar una bola de odiado pienso... Pues con Norma ni se inmutaba, creo yo que era porque le dejase un momento en paz.
Esta perrilla sí que se llevó más de un gruñido, ladrido y amago de bocado, pero ella seguía como una perturbada mental pegada a lo que parecía su hermano mayor.
Porfavorporfavorporfavor Inés o Ana o alguien que vaya al pueblo con una cámara de fotos, hacedle una foto a Norma que me quedé sin carrete y la echo muchísimo de menos.

El apartado de Felipe es un punto aparte.
Felipe tiene todos los elementos necesarios para enamorar a Dante. Es un perro pequeño, feo, ciego y con muy mala hostia que no hacía más que venir a olisquear por allí. Felipe se acerca a Dante a Dante le encanta Felipe (vaya usted a saber porqué) Felipe se pasa toooodo el rato gruñendo y chocándose con cualquier cosa y Dante que intenta conquistar su amistad poniéndole la cabezota encima cosa que a Felipe le hace la misma gracia que si le pisa el rabo alguien a quien no ve. Felipe anda igualito que un vaquero apunto de desenfundar las pistolas ¡¡con las cuatro patas!! de verdad que es digno de ver el andar macarrónico de este Felipe.

El día que Nacho nos subió a la sierra, se hizo patente otra oscura faceta del carácter de Dante que yo ya conocía pero que a la gente se le hace difícil aceptar.
Dante es el perro más cobarde que conozco.

Subimos al castillo y en una parte en la que el camino serpentea vio un movimiento extraño entre la maleza. Alzó las orejas, reculó un poquito y en esto apareció una pareja y un niño... Dante salió corriendo para ceder la honorable vanguardia de nuestro pequeño grupo por una retaguardia lejana. ¡Hasta Scooby doo se hubiera avergonzado de él.
La cara de sorpresa del grupo fue sustituida rápidamente por la incredulidad y no mucho más tarde por las carcajadas.

Me encantan los perros y ha sido una semana inolvidable rodeada de ellos, les dejaba entrar en casa, para desespero de mi madre, ay esto es solo una de las cositas que echo de menos.

Continuara...

miércoles, julio 26, 2006

Salida y llegada

El lunes, porque al final lo dejamos para el lunes, salimos hacia las 11 de la mañanita dirección a la playa. Bea vino con un coche cargadito de sábanas y toallas y bolsas varias; teniendo en cuenta que el maletero del coche estaba adjudicado a Dante, todos estos achiperres estaban estratégicamente colocados a los pies de Andrea y Miguel que esperaban con cara de esperar algo grandioso y no fueron defraudados cuando una vez colocada la reja de separación hizo su aparición Dante, que aunque me esté mal el decirlo, es el perrazo con el que todos hemos soñado tener de niños (en el supuesto de que os gustasen los perros claro)

Bueno pues allá nos lanzamos en dirección a la carreterera de Valencia, tan cercana a nuestro trabajo y tan conocida, que en vez de tomar la dirección adecuada tomamos la contraría metiéndonos en plena macro-faraónica obra gallardoniana.
Descubrimos la santa paciencia de Andrea a sus 8 años y los 7 palabroteros y gritones años de Miguel preguntando en plenos "astilleros" de Madrid ¿Cuando llegamos? ¿falta mucho?

Conseguimos llegar con tiempo de sobra al atasco de una interminable y terrorífica hora en el kilómetro 115. El coche era un Hyundai Accent (¿me suena que me han sugerido recientemente este coche para ir al pueblo?) y su inclinado maletero ofrecía a Dante una vista sin par del abrasador sol de unas redondas 12 de la mañana. Total el aire acondicionado a toda pastilla, nosotros muertos de frío y Dante muerto de calor. Después de una insufrible media hora empezamos a oir unos agónicos aullidos. Creí morirme, mi silencioso y estóico perro ¡¡¡ LLORABA !!!
Nos volvimos y uno por uno fuimos regándole como mejor pudimos
- Cuidado Andrea no le des en las orejas ni en los ojos...
- Miguel a ver si desde tu sitio atinas a a a a a a a que le caiga algo dentro de la boca

Por fin en el kilometro 130 los coches empezaron a moverse a una velocidad cada vez más alta y más alta y más alta hasta alcanzar la normalidad en la autovía. Buscamos como locas un sitio donde sacar al perro del horno, empaparle y darle de beber. Fue un poco difícil convencerle de que volviese a introducirse en el maletero, pero una por las patas delanteras y otra por las traseras lo conseguimos y seguimos viaje con el dulce tono de Miguel preguntando cada 10 minutos ¿Cuándo llegamos? ¿falta mucho? ¡Me quiero ir a mi casa!

No hubo más percances ni atascos, y el Eustaquio que todos llevamos dentro se terminó por acostumbrar al incesante monotema de Miguel.

¡ Llegamos a La Manga ! ¡Llegamos al bloque! Llegamos cargadas como mulas y nos recibe una gata blanca y negra caminando de lado y bufando. Me toca recular con la maleta, nosecuantas bolsas y la correa del perro mientras Bea intenta hacer de parapeto entre la simpática gata y el atocinado Dante, en éstas que aparece el portero que saca una escoba e intenta convencer a Isidoro de su empeño de darnos la bienvenida ¿qué enferma mente le puede llamar Isidoro a una gata? no me extraña que la pobre tuviera ese genio.

Y por fin llegamos al miniapartamento, en realidad un estudio, compruebo in situ que la intimidad va a brillar por su ausencia, pero bueno no importa desde el 9º se ve por la derecha a unos 60 metros el Mar Menor y por la izquierda a unos 50 metros el Mediterráneo

Comprobamos que aún nos da tiempo a darnos un bañito... bajamos y nos fuimos directamente al Mediterráneo que aunque como dicen los gaditanos es "cardo de pushero" (caldo de puchero) estaba picadillo y juguetón.

viernes, abril 28, 2006

Colegas

Y este es Dante, el perro más grande más guapo más bueno más listo más valiente más encantador más pesado y más querido que conozco.

Está con mi sobrina Mónica que es la niña de casi cuatro años que más quiero del mundo, el domingo será la niña de cuatro años que más quiera, pero de momento...


La foto explica por si misma porque no tengo un fotoblog.

A Dante lo encontró Paloma (mi ex-jefa) un miércoles del mes de enero del año 2000 en pleno centro de Madrid y lo trajo al Teatro (donde trabajábamos) porque la miró con esa cara que el sabe poner tan tierna y le dio la pataza, y hombre, también influyó que unos chavales que había allí decían que había que llamar a
Cantoblanco , la perrera de Madrid, a quién lo haya visitado sabrá que más que perrera, es un centro de exterminio animal.

Yo pensé, ¡Ostras. Los Reyes Magos me han traído un lobo! y volví a creer en ellos.

Esa primera noche, apenas si se podía mover el pobriño, me acerqué al Rocafria(el bar de la esquina) y me dieron un vaso de leche y pan, pero se lo tuve que dar con mi mano porque él no comía nada... ahora sé, que si hubiera sido un chuletón de Ávila me habría arrancado hasta el brazo.

Esa primera noche se quedó en la puerta de la taquilla, solo, cuando llegué al día siguiente, (tempranísimo porque estaba deseando verle otra vez y madrugué una güevada) estaba en el piso de arriba en la zona del bar. Yo me senté en el suelo y él se tumbó, puso su cabezota sobre mis piernas y se durmió.

Me quedé mirándole, acariciándole y hablándole bajito hasta que no me quedó más remedio que abrir la taquilla.

El primer día que hubo función doble , el sábado, me fui al empezar esta segunda función que era lo habitual en mi trabajo de taquillera. Al día siguiente cuando llegué, Paloma me enseñó en qué estado habían quedado las cortinas de ciertopelo con que ocultábamos la cutre puerta de la taquilla donde Dante tenía su "mantita" al parecer se puso nerviosillo con la gente durante el entreacto. Resultado: no volví a irme a mi casa a mi hora nunca más.

Pensamos que el puesto de vigilante en el teatro le venía que ni pintado, pero cuando un buen día decidió Dante por su cuenta y riesgo salir a buscarnos al Rocafría donde estábamos comiendo, sin importarle destrozar ese cristal tan colorido y frágil llamado vidriera (del siglo XIX) Paloma pensó que no podía seguir paseándose a sus anchas, trasladamos su "mantita" y empezó a dormir en el Foso.

Por orden del ayto. de Madrid empezaron a instalar puertas corta fuego por todas partes y a tabicar y a pintar, me dio pena dejarlo allí con esos olores tan fuertes de pintura y esos llantos agónicos que salían del Foso y empecé a llevármelo a casa a dormir.

De esta forma nos mantuvimos en forma durante casi un año, me tenía que levantar 1 hora antes para bajarnos andando al curro y cuando salía tardábamos otra hora o más en llegar a casita, pero no importaba porque estábamos tooodooo el día juntos.

Me quedaba a comer en el teatro porque con un par de paseos al día tenía bastante. El segundo año, después de pasar el verano entero en casa, empezamos a pensar que bueno, que lo mismo si se quedaba solo no pasaría nada... y acertamos.

Por fin recuperé el gusto por la lectura, porque donde más leo es en transporte público o antes de dormir y durante el 2000 además de ahorrar en transporte ahorré en luz, no aguantaba mucho tiempo despierta una vez metida entre mis sabanas.

Han pasado ya 6 años desde que ocurrió esto y han pasado muchas cosas desde entonces, tal vez algún día cuente porque Dante no se quedó a vivir en Fresnedilla de la Oliva, o que "divertido" nos lo pasamos el año pasado bajando a la Facultad de veterinaria para que le operasen de una otitis crónica, o como lo trajimos de la Fresne un día que se anduvo revolcando en una mierda de vaca o lo que se ríe Dante con Quillo, el ardillo de Celia, o el pánico que le da Paca, la supertortuga de MªAngeles, o los enfrentamientos que ha tenido con otros seres de su misma especie o aquella vez que nos persiguió una gata furiosa por todo Azca...

No sé si lo contaré, pero desde luego en mi memoria estarán siempre estas y otras dantestories.

Ah por cierto. Ya me han cortado las orejas de cocker, ahora parezco un caniche loco.

 
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