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lunes, diciembre 15, 2008

Domingo


Madrugar
Ver la nieve en los coches de Madrid.
Ayudar a un pobre anciano caído.
Disfrutar de una burrada de buitres en acción planeadora.
Respirar a pleno pulmón.
Abrazos y besos.
Asar unos choricillos en la lumbre...
... y degustarlos.
Volver loco a un perro.
Delitar mi vista.
y sobre todo.
Volver a ver a quienes tanto quiero.

Que bien me ha sentado todo esto.
He dormido como una lirona.

lunes, noviembre 03, 2008

Arena y cal

Ir a Talavera los domingos tiene un lado bueno y un lado malo, vamos, como casi todo en la vida.



Lo bueno de coger el autobús de las 10 am es que llegas a desayunar un montado de lomo que está de vicio.
Lo malo es que te pegas un madrugón el domingo de lo más tonto

Lo bueno de que te toque en el primer asiento del autobús es que tienes una panorámica sin par de la carretera, como le decía a Pepa ¿no querías ser camionera de jovenzuela? Pues mira, así de importantes se deben sentir ellas.
Lo malo del primer asiento es contabilizar los atropellos de animales que hay. Vimos el de un perro que nos dejó a ambas calladas durante por lo menos un kilómetro, cuando volvimos a abrir la boca, nos dimos cuenta de que nuestro silente y apenado pensamiento había ido sorprendentemente de la manita. Era un atropello reciente.

Lo bueno de este último viaje a Talavera es que el tío Benja estaba de bastante mal humor y regañaba a todo el mundo, y sí, es lo bueno porque eso demuestra que aún nos queda Tío Ostias (como le llama La Pepa) para un rato.
Lo malo es que no pudo ponernos los mofletes en carne viva con su rasposa e insufrible barba porque se le va la fuerza por la boca.

Lo maravilloso de todos estos viajes a Talavera es bajar a fumar y a comer con Loli.
Lo horroroso es la comida y la bebida del “local”

Lo bueno de este viaje a Talavera es que mi madre se ha quedado con su hermana.
Lo malo es que yo me he quedado sin mi madre y aunque penséis que estoy encantada…. Es cierto, de momento lo estoy.

Lo bueno de este viaje a Talavera es que he visto el sofá más bueno bonito y barato del mundo
Lo malo es que no tengo ni dinero ni dónde ponerlo.

Lo bueno de este viaje a Talavera ha sido encontrar el "Paraiso II" y que te pongan de aperitivo con la caña, una fuente de patatas dos salsas en un peazo plato de cerámica del lugar de tamaño XXL
Lo malo es que los bares están pelin a tomar por culo del "local"


Lo bueno de este viaje a Talavera es que comprobé una vez más que mis salidas de dicha ciudad están malditas. ¡¡50 km!! de atasco de salida. Increíblemente los 50 de entrada a Madrid estaban despejados como un soleado día de desierto.
Lo malo fue venirnos en el autobús en vez de esperar a Manolo que deja fumar a las fumadoras de tabaco negro.

Lo bueno de este viaje a Talavera es que vimos la nieve en la sierra y te aireas que da gusto.
Lo malo es que me temo que me he aireado demasiado y me he pillado un pequeño trancazo... lo que se llama un tronquito o algo así. Ya veremos si mañana respiro aún por la nariz.

Exageré cuando dije que una hora parecía un siglo… en realidad esa hora en concreto dura exactamente una semana.

lunes, julio 21, 2008

Talaverada I

Parece que mis maldiciones se recurrentean… Además de mancharme más camisas que la anteriormente citada, el sábado volví a caer en otra pettit maldición casi olvidada por el paso de los lustros.

Siempre que voy a Talavera me pierdo y pierdo a quien conmigo ose intentar salir de dicha ciudad.

Hace años convencí a Susanitaka de que me acompañase al pueblo a coger cerezas. La Sepulvedana nos llevó a Talavera donde cogeríamos otro tubús para el pueblo. No sabía yo que los sábados no hay tubuses que hagan ese recorrido, pero ni corta ni perezosa le dije:
- bah, pues nos salimos de Talavera y hacemos dedo.

Una cosa es el dicho y otra el hecho. Yo, cual si fuera Heidi, encaminé mis pasos hacia las montañas que se veían más allá de las casas; para darnos ánimos decidimos tomarnos una cañita (cuando me veo en una situación espantosa y horrible necesito algo distinto en lo que pensar, como por ejemplo cerveza), luego a unos 500 metros aproximadamente de haber terminado la cañita, tuvimos la necesidad de expulsarla, como buenas pringás que somos, no podíamos meternos en un bar y hacer uso del baño sin consumir, por lo que cada vez que entrabamos nos tomabamos una caña que teníamos que expulsar cada vez con más frecuencia y por eso la cosa se alargó más de lo debido. Cuando por fin entramos en uno de los últimos bares y empezamos a soltar la lengua con desconocidos descubrimos, entre la risa histérico-alcohólica, la vergüenza y el espanto, que el camino escogido, si bien nos sacaría tarde o temprano de la ciudad (ni aunque fuera a gatas), se encaminaba hacia Otras Montañas, no las mías.
Abreviando, finalmente dimos con la salida correcta y nos cogió un chaval que iba hasta la gasolinera donde, supuestamente, sería más fácil practicar el polizonaje autorizado. Para ser sincera no me acuerdo de dó salió ese chaval, vamos, que no sé si lo interceptamos en el último bar o ya directamente en la carretera.
Tampoco sé que coño hora sería, pero aquella gasolinera surtía menos que un puesto de bacalao en el desierto, así que nos fuimos otra vez a la carretera y nos plantificamos a la sombra sin sombra de una parada de autobús.

Después de un buen rato, acertó a pasar por allí un coche cuyo conductor se apiadó de nosotras… no podía ser otro que el cura de La Hinojosa, pueblo vecino al que no conozco más que por el nombre. El santo varón aguantó con miraditas de reojo nuestros gesticulantes espasmos por no reírnos y no mearnos durante todo el viajecito y nos dejó en la plaza con sus bendiciones. De allí nos fuimos al Soleil a expulsar la última caña talaverana y por supuesto a tomarnos una realeña, que no sé cuantas horas habían transcurrido desde la última (lo menos 1000) a pleno sol por esas carreteras de Dios, pero estábamos sequitas, sequitas.

Para finalizar, comentaré como de pasada, que al día siguiente la descerebrada de Susanitaka se arriesgó de nuevo a que le hiciese de guía por los caminos hasta El Praocristo…y por supuesto, hacía tantísmos años que no subía andando, que nos volvimos a perder y casi terminamos en la sierra… pero esa es otra historia, bastante más refrescante y de la que creo que no me acuerdo.

Mañana o así: Talaverada II

lunes, febrero 25, 2008

Una lobera

En el camino que va de Soto de Valdeón a Caín, se puede encontrar esta curiosa construcción que no es otra cosa que una lobera... es dici, una trampa para cazar lobos u_u
La empalizada de madera que se ve arriba es bastante larga y se va abriendo formando algo así como un embudo-trampa. Los cazadores espantaban a los lobos hacía ella hasta que finalmente desembocaban en esa especie de foso y allí... pues eso.
Esto es lo que nos contó el simpático lugareño que tuvimos la suerte de encontrar en aquel solitario paraje allá por el 88

jueves, noviembre 22, 2007

Billete de ida y vuelta

Y llegó el domingo. u_u

Como yo me volví a levantar a las 9 (creo tengo un despertador incrustado en … algún sitio) repetí rutina. Nueva pelea con la ducha maldita, cigarrito en la terraza para secarme un poquito el pelo al sol, la cafetera estaba más suave esta vez y también me organicé mejor con el fregadero. Cuando terminé, intenté seguir avanzando con mi juego de Zelda con un éxito bastante miserable.

Las excelencias matinales fueron el zumo de naranja matinal en su punto justo de acidez, por supuesto, el café con rosquillas y que cuando Jan desayunó, me pasó la maldita pantalla que tenía atragantada de mi juego.
Vimos un poco del Zapping y El encantador de perros (me encanta este programa) mientras mi tacto disfrutaba de su cabeza … se deja hacer de todo, trenzas, coletas, masajes capilares…vamos que le dí un sobe con eso del mono que tenía de perro que pa qué :P
Aperitiveamos-comimos en casa y luego después me acercó a la estación ¿ciecense? Esperó a que llegase mi autobús que no es moco de pavo en una localidad tan … tan … desprovista de lugares cercanos a la estación. El domingo el bar de la susodicha está cerrado. Finalmente llegó mi autobús y aquí estoy.

Los viajes nocturnos me resultan bastante desagradables. La gente del asiento de delante lo echa tanto para atrás que terminas pareciendo una momia. Apenas se ve nada por la ventanilla y cuando ves algo es tan desolador todo, que prefieres partirte el cuello intentando echar un cabezadita, cosa bastante complicada cuando al otro lado del pasillo hay un grupo de chinos hablando a voz en grito cosas como :
-Guachi guachi guachi Alicanta, guachi guachi guachi Caltagena. Guachi guachi guachi guachi no sé qué, guachi guachi guachi guachi Mulcia, guachi guachi guachi guachi no sé cuanto.

Sí, el viaje de vuelta fue bastante coñazo, pero se me hizo más corto porque pude jugar con mi DS hasta Albacete y tal vez porque ronqué más de lo que recuerdo, no sé. Y esta es toda la crónica de mi salida de los madriles de este año. Se nota que salgo poco ¿eh? rezad porque no me toque El Gordo y no me organice una visita a Pam para que me enseñe las Catartas de Iguazú o a Isla Mujeres a ver a la prima que se fue a Méjico y no volvió.

Sólo me queda hablar un poco de mi perro.
Dante me recibió como si me hubiera ido a comprar tabaco. No, no es que no se alegrara de verme, es que me hace una fiesta cada vez que entro por la puerta, da igual que vaya a hablar con la vecina o que desaparezca un mes, su reacción es siempre igual de exagerada.

Lo que sí me hizo gracia es que cuando ya estaba yo tiradita en mi sofá y él durmiendo a mis pies, de vez en cuando se despertaba y se me quedaba mirando un buen rato todo serio él, como para verificar que no lo estaba soñando y el lunes por la mañana cuando le estaba sacando, de repente sin venir a cuento, irguió las orejas, se volvió, me sonrió y se puso la mar de contento moviendo el rabo y haciendo cabriolas :D


Y a lo tonto ya es jueves. Esta tarde me voy a ver a Pepa que está jodida pero contenta. Ayer me quité 120 reclamaciones pero aún tengo 400 pendiente de resolver asinqueee... no digo mais.

miércoles, noviembre 21, 2007

Parada y fonda

La primera noche dormí fatal, aunque estaba hecha una ful después del madrugón y de no pegar ojo en el tubús. Las emociones acumuladas y una cama que no era la mía hicieron sus estragos. Me levanté a las 9 de la mañanita y sin osar despertar a mi anfitrión me fui directamente a la ducha.
La ducha era un poco una maldición para mí porque me he acostumbrado a las mamparas y a que la alcachofa esté fija en la pared, estas comodidades no las tiene la ducha de Jan. Así que, con un frío bastante interesante, te metes en la ducha, te peleas con el monomando mientras pasas de escaldarte a congelarte varias veces mientras que le coges el truqui a la temperatura de ese grifo desconocido. Luego te empinas todo lo que puedes para fijar la alcachofa intentando no dar un resbalón desnucante, para finalmente desistir, y por último terminas odiando a la cortinilla que tiene la fea costumbre de pegarse con toda su frialdad a cualquier parte del cuerpo a traición porque no se está quieta la jodía y te ves dando respingos cada dos por tres e insultando a un objeto que ni siente ni padece.

Después de la ducha, como Jan seguía durmiendo, ¡fregué los cacharros! para hacer tiempo, me peleé con la cafetera que no había un dios que la abriera y ¡preparé café!. Jan se levantó justo a tiempo para retirar la cafetera del fuego. Desayunamos y ya en la calle, me presentó a Ramón.
Ramón es su coche, curiosamente es un coche que cuando me saqué el carnet estaba dentro de mis dos favoritos por precio y capacidad y ahora que lo he probado me parece que era una buena idea… tendré que seguir dándole vueltas a eso de intentar conducir yo misma mi vida.

Cuando salimos había mercadillo, pero lo primero era lo primero asi que nos fuimos de cabeza a la carnicería donde nos habían dicho que tenían la maravillosa sobrasada del día anterior. Maremía, mi gula se me enroscaba por todas partes ¡qué chorizos, qué morcillas, qué embutidos cuyo nombre desconozco pero que tenían una pinta increíble! No era cuestión de volver a Madrid como en las películas de antes, con una cesta cargada de cosicas del pueblo, así que me ceñí a mi idea original y sólo compre sobrasada. Jan compró longanizas que más tarde serían catadas-devoradas por mí y más tarde aún, robadas alevosamente para traérmelas jeje je


Qué sepáis que el pan en Moratalla no lo venden, lo pasan de estrangis como si fuera algo ilegal o pecaminoso, después de recorrer medio pueblo en su busca, en la confitería nos indicaron donde más o menos estaba la tahona. Pues bien, vimos salir a una vieja con una barra de un portal, pero pensamos que lo normal de una panadería es que haya un cartel o algo que indique que lo es ¿no? Pues no, después de recorrer la calle, a la vuelta nos cruzamos de nuevo con la vieja que nos verificó que en aquella puerta estaba la panadería. Entramos a una salita en penumbra con un mostrador tan vacío como la estancia; de unas escaleras que bajaban al sótano salían unas voces, no sabíamos si vocear un ¡¡ Hola?!! o bajar directamente… optamos por lo segundo. Bajamos por aquellas escaleras a casi oscuras y allí estaba el pan. Cuando salimos de nuevo a la calle llevábamos nuestra barra como si hubiéramos hecho una gran proeza. Para no variar estaba de muerte.

Después de dejar las compras en casa, subimos a la sierra y nos dimos un paseíto, lástima de autobús de jubilosos jubilados que rompían un poco la paz del momento. Me gustó el frescor serrano, el sol, pero de pronto me di cuenta que no olía a nada allí arriba. Ahora no sé si es que, en general, las sierras no huelen a nada nunca o si es que esta sierra era especialmente inodora. Yo creo que en la de mi pueblo sí huele, pero ya dudodudo.

Bajamos a comer al pueblo, ahora no me acuerdo si lo hicimos en el Bar Rubio o en el Bar Moreno, creo que fue en el primero… no sé, pero tenían unos montados de lomo, unos montados de magret con queso y unos calamares a la plancha de chuparse los dedillos hmmme está entrando hambre. Paro ya con esto.
Encontramos un gato-perro encantador, al primer bisbiseo vino trotando y se dejó acariciar totalmente entregado y ronroneante… si nos hubiera seguido, habría intentado convencer a Jan para que lo adoptase, pero no lo hizo ... no nos siguió quiero decir ^-^

Luego fuimos al sitio que más le gustó a mi olfato y a mi vista:
Las fuentes del Marqués en Caravaca.

Este sitio tiene un torreón templario y es una especie de enorme parque en el que olía a otoño en toda su extensión. Los colores verdes, amarillos y marrones de los árboles, el agua más cristalina que recuerdo en mucho tiempo, las ardillas que accionan sus ululares con el rabo, las cascadas, la cueva… como decía Jan caminar sobre patatas fritas era la sensación de pisar la hojas caídas :D
Pero el aroma del aire, por favor qué olor… Me acordé de aquello que decía Barbol:
“¡Aquellos fueron grandes días! Hubo un tiempo en el que yo pude caminar y cantar el día entero y sólo oír el eco de mi propia voz en las cuevas.
Los bosques eran más densos, más fuertes, más jóvenes

¡ Y el olor del aire! A veces me pasaba toda una semana ocupado sólo en respirar”

Ay, en fin.

De vuelta en casa, preparamos la merienda-cena a base de la estupenda longaniza que había comprado Jan y una ensalada de tomate de la huerta ;P y tras un breve conciertillo de guitarra que me supo a poco recompensé tan estupendo día con un masaje a la dolorida espalda de mi anfitrión… y luego él le dio un masajito a la mía y ya nos quedamos viendo la tele relajaditos y filices… tanto que empecé a cabecear a eso de las 11 … mis trastornos del sueño no perdonan y el haber dormido mal la noche anterior y las caminatas esta vez sí hicieron su función somnífera, así que allí dejé el mando en manos del jóven despierto, me fui a dormir y lo hice del tirón, oye ^-^

martes, noviembre 20, 2007

De llegadas y otras alegrías mayores

Lo primero que me enseñó mi anfitrión al llegar a la casa, fue la terraza. La foto se la he tenido que robar a él y esto es lo que se ve. La iglesia de la Asunción, el castillo y el casco antiguo.
Luego me agasajó con unos sosetes spaguetis con tomate pero me sentaron fenomenal y además los comimos con esta misma y relajante panorámica. Mis ojuelos iban del paisaje a la cara de Jan al que no veía en directo desde Agosto.

Después del postre, unas estupendas mandarinas, me enseñó sus preciosos dibujos que ganan en directo un montón, conocí en persona a los que ya conocía a través de sus
microcreaciones y también conocí alguno nuevo del que sólo había oído hablar.

Por la tarde-noche dimos una vuelta por allí enfrente. El empinado casco antiguo está impoluto, es una gozada, ni un papel, ni una pintada. El fresquito nocturno en realidad fue un aliado a la hora de no acalorarse demasiado con tanta cuesta arriba, y el olor de las chimeneas hmmm... el olor del pueblo, una maravilla.
Después hicimos las compras necesarias... No se puede hacer una tortilla de patata sin patatas ¿sabéis? No encontramos pan a esas horas y la razón la descubriría al día siguiente, lo que sí compramos fueron unas rosquillas deliciosas para el desayuno ¡quiero más rosquillas de Moratalla! se me han acabado ya u_u

Entramos en la tasca El Albero a tomarnos algo y se me antojó un canapé de sobrasada que allí había diciendo ¡Cómeme!¡Cómeme! Estaba tan, pero tannn buena la sobrasada que después de la primera caña, cuando cogí fuerzas para dirigirme a la malencarada tabernera, le pregunté que de dónde había sacado esa exquisitez, con lo cual le cambió la cara y descubrí que era una mujer encantadora que nos indicó dónde conseguir la sobrasada al día siguiente. La gente así me gusta, tiene su punto descubrir que donde parece que hay un ser antipático en realidad hay una persona simpática. Es como abrir una chirimoya, por fuera es relativamente poco atractiva pero cuando la abres descubres que está deliciosa.
Esa es la imagen que me llevo de las gentes con las que traté allí.

El caso es que es aquí donde empecé a descubrir que el sentido del gusto estaba empezando a darme unas alegrías inmensas, no sé si por el aire serrano, porque los productos de la tierra son francamente apetitosos o por la dieta que acababa de dejar aparcada, pero mis papilas gustativas han disfrutado enormemente.

El experimento de la tortilla fue un poco extraño. El señor Jan que vive solo, tiene una sartén de tamaño familiar, pero eso no fue lo peor y tampoco lo fue que el diámetro de la sartén era medio centimetro más grande que el plato que teníamos para voltear la tortilla, lo peor fue descubrir que después de pelar patatas y cebolla para una tortilla de cuatro huevos, sólo había dos. Ese es el motivo que en vez de tortilla nos saliese una tortita de patata, pero quedó buena ¿eh?
Jan tendrá que perderle el miedo a batir los huevos para mejorar, pero fue un alumno dispuesto y aventajado. Espero recibir buenas noticias respecto a las patatas que dejamos en un tapper con la promesa de que terminarían en una tortilla en vez de en la basura… ejemejem.

Después de cenar, Jan me dio una pequeña serenata con su Bouzouki y aluciné
mucho, tiene un don para la música y el sonido de este instrumento tiene poderes transportantes importantes. Una gozada para mi sentido del oído y el de mi imaginación.
Nos fuimos a dormir prontito porque los dos habíamos madrugado bastante y estábamos muuy cansados.

Mañana contaré la maravillosa aventura de la incómoda ducha de Jan y el resto de cosas que descubrí.

PD: No fui recibida por orquestas ni banderines de colorindangos... pero casi no me importó. ;P

lunes, noviembre 19, 2007

De autobuses y otras desgracias menores

¡Villatobas existe!

Deberían multar o directamente prohibir que suba gente a los autobuses bañada en colonia.
El trayecto desde Quintanar hasta Albacete se hizo mareante e irrespirable gracias a que una mujer que subió con un grupo de jubilados, que por cierto iban a Albacete para trasbordar a otro autobús que les llevaría al balneario, ese en el que estuvieron el año pasado y blablablablabla… a una de ellas casi se le olvida tomarse las pastillas y a otra casi se le olvida tomarse la leche… menos mal que se lo recordó su hijo. Lo que no olvidó, desde luego, fue bañarse en colonia con base de lo que yo más odio “nuez moscada” ese ingrediente que en un principio dices “hmmm qué bien huele” para a los 10 minutos decir “por el amor de dios, tengo la pituitaria sobre-saturada ¿¡¡ cuánto falta para Albacete!!?”

El viaje fue bien, salvo jubilosos jubilados y una parada demasiado larga en un punto indeterminado de La Mancha feo como un demonio y especialmente ubicado allí para la descarga de viajeros con ganas de parar lo justo para hacer un pis, echar un cigarrito y seguir con su “a ver si llegamos algún día”.
Llegada a Cieza con Ana, mi compañera de asiento con la que no hablé hasta que nos vimos las dos en aquella estación ¿ciezana? que parecía desierta y en obras. Descubrimos que la unión hace la fuerza ante las situaciones ridículas y nos invitamos mutuamente a una caña, ella fue recogida antes que yo. Yo me ví en la duda de si tendría plaza en el autobús de Moratalla o si tendría que esperar al siguiente… total hora y media más o menos en aquel sitio raro ¿qué más dá? De eso nada, ya estaba poniendo yo en antecedentes a Jan para que no se acomodase demasiado hasta que no supiera si podía seguir viaje o si venía a rescatarme.

Finalmente quedó una única plaza, es lo bueno de viajar sola, cabes en cualquier ladito, y por cierto el taquillero me cayó muy bien, me sentí cuidada por él ^^

El último tramo fui trasportada en una especie de autobús escolar que olía a caca de bebe, no es exactamente eso, es que alguien debía usar Nenuco o Denenes o algo así y mi mente asocia el olor de esas colonias con el de la caca de niño. Cosas de la psique y tal.
Después de 40 minutillos de feliz viaje llegué a mi destino, me bajé y también se bajó el autobusero para decirme a buena voz.
-Aquí no te he dicho que te bajaras, si te quieres quedar bien, pero no es aquí ¿eh? y allí me tuve que volver a subir al autobús escolar aquel con un saludable color rojizo en mi compungida cara.

No me da tiempo a más, me espera Susanitaka para cañear un rato, pero mira, mejor así, de este modo no sale la cosa tan larga y no mezclo churras con merinas.

Mañana la cosa continuará más o menos así…

Moratalla es un pueblo más grande de lo que me esperaba y tan bonito como imaginaba. Ha sido un viaje de placer en todos los sentidos.

miércoles, agosto 01, 2007

Aperitivo vacacional

Todo va viento en popa... menos laboralmente hablando que estoy de un perro que no me soporto y por eso me cojo un par de días.

Vamos a ver, esta noche llegará Mr. Jota del camino de Santiago hecho un barbuo-peluo ser, y tengo muchisísimas ganas de verle y que me cuente a cuanto está el pulpo por allá. Así que mañana me pillo el día para estar a su entera disposición, aunque lo más probable es que no le vea hasta última hora y un ratín nada más, ya que dice que está destrozaíco y bueno como se encuentra tan anímicamente reventado y añorante de su gente se marcha el viernes... en fin... qué le voy a hacer....

¡¡ Irme a la playa !! eso es lo que voy a hacer.

Bueno la cosa pinta malamente porque como yo no tengo el más mínimo problema para irme, es decir que las cosas más difíciles las tengo solucionadas ... Celia se encarga de sacar a Dante, mi madre se encargará de medicarle y consolarle, tengo la cera recién hecha y lo más importante e increíble, he cobrado, pues atacará vilmente la ley de Murphy y a Susanitaka le saldrá la venta de su vida justo para el sábado.

Es una complicada cuestión moral esta de que en el fondo desees que eso no ocurra, porque si ocurriera sería la salvación del mal mes de Susanitaka. Pero es que... pensar en salir el viernes hacia Granada, levantarse prontito el sábado y pasar el día en la playa de Salobreña... perreando, paseando, comiendo guarrerías, perdiendo vergüenzas y volver a Granada para el domingo pasear
por las orillas del Darro, el Paseo de los Tristes o La Judería, con esas tapitas tamaño ración... esas berenjenas, Ay es algo que me supera y más cuando aún no tengo muy claro si mis vacaciones no las pasaré pintando mi cuchitril.

En fin qué sea lo que Murphy quiera. Si no nos vamos a la playa también está el conciertito que Pata Negra dará en Los Jardines de Sabatini el sábado :)

De cualquier modo no pienso aparecer por todo esto hasta el lunes, aunque hoy hemos recibido la visita del Señor Dosmil (Mr Mills para los ingleses) y puede que no merezca la pena volver… si es así espero que Lola me informe de ello, así sólo me quedaría pedir que me manden a Dante y me quedaría a vivir en la playa… ni aunque sea en plan náufraga


… Mierda, otra vez dando por sentado que me voy a la playa.

lunes, junio 18, 2007

La Mancha

Después de la noche de marcha del viernes, el sábado me lo pasé en plan marmota. Me levanté a comer y me eché la siesta, me levanté a cenar... y ya que estaba en pie, a sacar a Dante y me volví a acostar definitivamente a las 22:30 PM.

El domingo me levanté con unas agujetas increíbles y esto me llenó de admiración. ¡Dormir a lo bestia produce agujetas! o_Ô

El caso es que había prometido acompañar a Susanitaka a ver un adosado que hay en un lugar de La Mancha... a una hora de Madrid en tubús que ves por donde vas, y ví tres rapaces... no me refiero a chavalines, si no a las aves esas grandecitas que pueblan los campos manchegos y qué suelen ser milanos, ya sólo con eso mereció la pena la excursión.


Tembleque que es el lugar éste de La Mancha de cuyo nombre sí quiero acordarme, es un pueblo en llano que ha respetado su arquitectura y no ves un edificio de más de dos plantas- salvo la iglesia claro-, nos ofreció todo tipo de suertes como por ejemplo coincidir al bajarnos del tubús con una simpática lugareña que nos indicó a qué hora pasaba el tubús de vuelta y nos llevó (casualidades de la vida) hasta la misma calle que nosotras andábamos buscando, ya que ella vivía en esa calle. Menos mal porque un pueblo en llano sin más referencia que la iglesia podía habernos hecho volver tarumba a las dos y más cuando llegas a la hora de comer y no hay un alma en la calle.
Una vez realizada la tarea inmobiliaria que nos llevo hasta este pueblo decidimos buscar un lugar donde comer y beber algo... vamos el primer bar abierto al que echásemos el ojuelo.

El primer bar nos ofreció descanso, cervecita y comida. Para ser exactos: una ración de venado para chuparse los dedos, una ración de patatas a lo pobre con chorizo casero de toma pan y moja y a cambio de la poca intimidad (los parroquianos parecian buhos mirando dos ratonas) nos invitaron a un chupito de hierbas... Luego como faltaban 3 horas para poder volver decidimos hacer un poco de turismo ya que estábamos en "La ruta del Quijote"... por supuesto elegimos mal, en vez de tirar a la izquierda tiramos a la derecha que es por donde habíamos llegado y no vimos más que algún comercio cerrado, calles todas iguales, niños que amenazaban con sacarse la polla y matar a sus amiguitos, un cine de refilón... la basurilla de la zona de marcha y poco más. Bueno sí, vimos el cartel que indicaba cómo llegar a La Casa De Las Torres, pero no supimos llegar v_v


Decidimos volver hacía la zona habitada del lugar y esta vez llegamos a la plaza. ¡Qué preciosidad de plaza tienen en Tembleque!
De pronto nos dimos cuenta que volvíamos a estar muuuy cansadas, así que nos metimos en la heladería a No tomarnos un café y bueno... como sólo nos quedaba una hora de estancia... nos pedimos un licor, (qué riquísimo estaba el limoncillo) un dulce (qué güeno estaba er pepito) y dejamos transcurrir la hora entre alucinadas y encantadas. Sobre todo yo... Susi tenía más cara de alucinada-atocinada.


Como decía Topo en su bonita canción "Colores":

La Mancha es de un color, qué no puedo explicar.Mitad magia… mitad desolación ^^

¿Cómo? ¿Qué no veis los molinos allí al fondooo? Pues claro que no los podéis ver porque no son molinos...son:

¡¡ Gigantes, Sancho!!

En fin, que fue un domingo atípico y nos hemos propuesto aquí mi amiguita y yo hacer más excursiones domingueras. Sin ir más lejos creo que uno de estos domingos nos acercaremos a presentar nuestros respetos a los caídos que cayeron haciendo cierto mega-monumento consistente en una cruz besital ya que Susanitaka después de aproximadamente 14 años en los madriles aún no lo conoce.

martes, agosto 29, 2006

Los 5 caminos del Tejar

Esta foto se la dedico con mucho cariño a Yolanda más conocida como Bobby, se la envié por correo y la hija de la gran chingada no la reconoció.
Expongo aquí este vergonzoso incidente sin acritú ninguna jeje

No sé si el personal se habrá percatado de que aparece un indio en la foto y por eso se llama así.

Este es el caminito que tomábamos para ir al Canto de la Barca en nuestra excursiones veraniegas y a donde no llegué yo porque una vez pasadas las lancheras de la muerte una vez arriba hay una " terraza" desde la que se ve el pueblo como que muy bien y un caminito que baja y hace una curva a Dante le dio miedo y me lo contagió. Esto pasó antes del bochornoso espectáculo que nos dio en la sierra.


La verdad es que fue la primera excursión un poco larga que hice con él y quedó francamente delicado de las patas, pero tuvo una recuperación asombrosamente rápida.

Del Tejar salen 5 caminos.

1_El de los casi desaparecidos Cantos Gordos que nos lleva hasta la extinta Fuente de la Cuesta al superpoblado Canto del Maestro al Ovni al Indio a las Lancheras de la Muerte al Canto de la Barca al Hituero y a otros sitios inexplorados por mí.

2_El de el Motor que nos lleva al pueblo por la parte de el medio, osea a la C/ de la Iglesia.

3_La carretera de Valencia que utilicé para ir a ver la casa donde van a vivir Alberto y Silvia en la zona de Santa Barbara y también para ir a buscar a Claudia, Alba y Diego a la ludoteca para luego ir al bar de Vero a pegarnos por los torreznos.

4_La Molineta que antiguamente era una calleja plagada de morales y desde hace una güevada ya es una calle residencial, esta es muy apta para venir de la compra porque tiene menos cuesta ahh sí, esta la tendría que haber usado para ir a visitar a Lola cosa que no hice y que me será pasada la factura en breve.

5_Y por último la calleja de la piscina que usé por lo menos 3 veces esta semana, la penúltima fue el día que se ocurrió ir a por moras con un tupperware del tamaño de una polvera pero que se quedó grande al final y seguida por toda la chiquillería que había en esos momentos cerca.

Cuando llegamos a la zona con más moreras que hay en el camino nos pusimos a ello, como Ana es taaan alta intentaba coger las inalcanzables para las demás. Recuerdo como si hubiera sido hace dos semanas a su hija que decía que le gustaba la sangre de las moras y en cuanto bajabas un momento las manos te encontrabas con esa niña que intentaba chuparte los dedos, me daba mucha impresión la verdad. Me recordaba a las vampiras de la película Drácula de Bram Stoker.
En aquella moraleda hay una callejilla minúscula y empinada, y dije.

-Ahora vengo. ¡No me sigáis!
Empiezo a pensar que cuando digo que quiero estar sola, algo interfiere en las ondas acústicas que rodean lo que digo y la gente entiende todo lo contrarío, porque el caso es que todas las niñas sin excepción de las adultas me siguieron.

La consecuencia fue catastrófica para mi sobrina que la pobre llevaba la mierda esa de tupperware que había cogido de casa y se cayó en aquellas sanguinolentas piedras poniéndose la ropa (qué pensé automáticamente que tenía que lavar yo a mano) y las zapatillas que para que os voy a contar de sangre de mora, que como todo el mundo sabe con otra verde se quita, pero que mi se me habían quitado ya las ganas de coger moras ni verdes ni rojas. Aún así durante un lapsus de tiempo me pregunté si sería cierto lo del cantar.

Allí Susana casi se cae también de la risa, pero debe tener un angel de la guardia más eficaz que el la pobre Mónica que es aún algo inexperto, de hecho yo le hubiera despedido en ese momento de haber estado cerca el muy...

Después de esto nos dedicamos a recoger zarzamoras que son muchísimo menos agresivas. Y no, no tengo fotos de esta excursión.

Bueno estos son los 5 caminos que utilicé para salir del Tejar en mi semana pueblera.

Con esto me despido por un tiempo, porque tengo pesadillas y mucho desasosiego nocturno de lo poco que estoy currando desde que volví de La Manga, la putada es que el desasosiego se me quita justo justo cuando empujo la puerta de entrada a la oficina y me vuelve a dar justo justo cuando estoy echando la llave. ¡Qué desgracia tan grandota tengo encima! >_<






viernes, julio 28, 2006

Haciendo los deberes



Esto es un experimento. Esta foto ha sido seccionada para eliminar a los 3 domingueros que había en el centro. Ya veremos como queda finalmente

jueves, julio 27, 2006

Sesión photográfica

Bueno, como yo propongo y el blog dispone y llevo todo el día para colgar las fotos que quiero compartir con vosotros, pues nada me he puesto a subirlas y que se queden donde ellas quieran.

Acá a la izqui estamos dos seres felíces


Esta otra es la flora que encontramos de caminito a la playa de Calblanque (¿se nota que me gustó un güevo?)
La de abajo se supone que es una duna fósil.















Y estas otras son de Dante en la playa para que veais porque se me cae la baba viendole disfrutar, la pena es que no salió la que le hice con el culo en pompa invitandonos a jugar con él.






Hace una semana exactamente desde que ocurrió que yo estaba detrás de esta cámara snifsnof.

Lo más bonito de Murcia

La primera noche en aquel noveno fue ligeramente interminable, me desperté por motivos propios como 20 veces y unas 10 veces me despertó aquí mi amigo canino porque andaba por todo el mini-apartamento como alma en pena buscando un sitio que al parecer no encontraba y un par de veces más me desperté porque se me quedaba mirando fijamente.

Pero llegó el día siguiente y el gallo Miguel nos despertó con sus dulces gritos... cambió el monotemático ¿faltamuchocuandollegamos? por el
¡¿ Nos bajamos ya a la playa ?!

Después de debatir a cual de las dos playas ir, ganamos nosotras porque ellos como eran menores de edad no contaban más que un voto y nos bajamos a la playa de mar Grande, donde nos dimos nuestro 2º baño. No había mucha gente y se estaba guachi en el agua. Dante se quedó buscando un sitio a su gusto para dormir y por eso no nos enrollamos mucho, bueno por eso y porque no te puedes tirar 2 horas metida en remojo a pleno sol el primer dia.

Recogimos a Dante y nos fuimos de tiendas donde entre otras cosas nos pillamos un buen ventilador; por la tarde otro bañito y listo el primer dia playero.
Las noches se fueron haciendo más y más llevaderas y los días casi todos iguales menos uno.

El jueves fuimos a Calblanque.

Calblanque es un parque regional precioso y tranquilo. Cuando llegamos el sol ya se estaba yendo y lo mismo estaba haciendo la gente.

Hay dunas fósiles, mogollones de escarabajos, campito y lo más importante de todo, no hacen mención alguna a prohibiciones caninas por lo tanto Dante disfrutó de playa y sol al mismo tiempo. Lo digo porque sí había bajado a la playa pero en paseos nocturnos previos a irse a dormir.

La arena era rojiza y el agua debía tener algún grado menos que en La Manga y estaba tan limpia y clara que por un momento me recordó a Galicia.

Lo siguiente será una sesión de fotos.

miércoles, julio 26, 2006

2 Mares 2

Este año las medusas decidieron veranear en La Costa Brava


A nuestra derecha a 50 m. apróx.


El Mar Menor










A nuestra izquierda a unos 60 m. apróx.:

El Mar Mediterraneo.








No sé porque gaitas no me ha dejado meter mis fotitos en el post anterior, misterios misteriosísimos de la (mi)torpeza humana... probablemente

Salida y llegada

El lunes, porque al final lo dejamos para el lunes, salimos hacia las 11 de la mañanita dirección a la playa. Bea vino con un coche cargadito de sábanas y toallas y bolsas varias; teniendo en cuenta que el maletero del coche estaba adjudicado a Dante, todos estos achiperres estaban estratégicamente colocados a los pies de Andrea y Miguel que esperaban con cara de esperar algo grandioso y no fueron defraudados cuando una vez colocada la reja de separación hizo su aparición Dante, que aunque me esté mal el decirlo, es el perrazo con el que todos hemos soñado tener de niños (en el supuesto de que os gustasen los perros claro)

Bueno pues allá nos lanzamos en dirección a la carreterera de Valencia, tan cercana a nuestro trabajo y tan conocida, que en vez de tomar la dirección adecuada tomamos la contraría metiéndonos en plena macro-faraónica obra gallardoniana.
Descubrimos la santa paciencia de Andrea a sus 8 años y los 7 palabroteros y gritones años de Miguel preguntando en plenos "astilleros" de Madrid ¿Cuando llegamos? ¿falta mucho?

Conseguimos llegar con tiempo de sobra al atasco de una interminable y terrorífica hora en el kilómetro 115. El coche era un Hyundai Accent (¿me suena que me han sugerido recientemente este coche para ir al pueblo?) y su inclinado maletero ofrecía a Dante una vista sin par del abrasador sol de unas redondas 12 de la mañana. Total el aire acondicionado a toda pastilla, nosotros muertos de frío y Dante muerto de calor. Después de una insufrible media hora empezamos a oir unos agónicos aullidos. Creí morirme, mi silencioso y estóico perro ¡¡¡ LLORABA !!!
Nos volvimos y uno por uno fuimos regándole como mejor pudimos
- Cuidado Andrea no le des en las orejas ni en los ojos...
- Miguel a ver si desde tu sitio atinas a a a a a a a que le caiga algo dentro de la boca

Por fin en el kilometro 130 los coches empezaron a moverse a una velocidad cada vez más alta y más alta y más alta hasta alcanzar la normalidad en la autovía. Buscamos como locas un sitio donde sacar al perro del horno, empaparle y darle de beber. Fue un poco difícil convencerle de que volviese a introducirse en el maletero, pero una por las patas delanteras y otra por las traseras lo conseguimos y seguimos viaje con el dulce tono de Miguel preguntando cada 10 minutos ¿Cuándo llegamos? ¿falta mucho? ¡Me quiero ir a mi casa!

No hubo más percances ni atascos, y el Eustaquio que todos llevamos dentro se terminó por acostumbrar al incesante monotema de Miguel.

¡ Llegamos a La Manga ! ¡Llegamos al bloque! Llegamos cargadas como mulas y nos recibe una gata blanca y negra caminando de lado y bufando. Me toca recular con la maleta, nosecuantas bolsas y la correa del perro mientras Bea intenta hacer de parapeto entre la simpática gata y el atocinado Dante, en éstas que aparece el portero que saca una escoba e intenta convencer a Isidoro de su empeño de darnos la bienvenida ¿qué enferma mente le puede llamar Isidoro a una gata? no me extraña que la pobre tuviera ese genio.

Y por fin llegamos al miniapartamento, en realidad un estudio, compruebo in situ que la intimidad va a brillar por su ausencia, pero bueno no importa desde el 9º se ve por la derecha a unos 60 metros el Mar Menor y por la izquierda a unos 50 metros el Mediterráneo

Comprobamos que aún nos da tiempo a darnos un bañito... bajamos y nos fuimos directamente al Mediterráneo que aunque como dicen los gaditanos es "cardo de pushero" (caldo de puchero) estaba picadillo y juguetón.

 
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