sábado, agosto 05, 2006

Pasillos oscuros

Es sábado, son las 9:30 am y me muero de sueño. Por la ventana de este 7º piso entra un vendaval que me está haciendo acordarme de todos los muertos de la peluquera que visité el lunes pasado, además tengo frío... “Agosto, frío en el rostro” dicen, pues yo tengo el rostro los brazos y los pies congelados. Podría cerrar la ventana ¿verdad? Pues no, no pienso hacerlo. Acaba de pasar la rapaz que vive en el hipercor de enfrente ¿de donde vendrá a estas horas? creo que es un halcón, el otro día casi le veo cazar un pajarillo. Fue interesante ver el picado que hizo. Hoy se presenta un día dudoso, tengo gente que ver y un montón de cosas que hacer además de currar, que también curraré algo... Vaya la 1ª llamada del día ahora sigo...

Bueeno, me he deshecho de él en un momento, me temía algo más grave.

Por do iba, ¡ah sí! tengo que ir a comprar los medicamentos y alimentos perrunos, el tabaco de las dos próximas semanas, ir a ver a la pobre gata de pakito que se ha quedado de rodríguez (la gata) pero que no sabe abrir el grifo ni echarse la manduca en el platillo como buena felina domestica que es.

Me dan miedo las casas con laaaargos pasillos que giran de pronto a la izquierda, y esta casa además tiene un espejo antes del recodo lo que lo hace todavía más terrorífico para mí, así que iré cuando salga de aquí que todavía será muy de día.

Recuerdo cuando intentaba ganarme la vida vendiendo pisos, que había una casa en Lavapiés (xáctamente en la C/Dr. Piga) que me daba pánico. La habían dejado tal cual la tenía amueblada la anciana antes de morir, como no vivía nadie allí, yo debía subir antes de que llegaran los posibles compradores para airear y solear un poco aquello.
En la entrada tenía un chisme de esos que al abrir la puerta tintinea y te encontrabas directamente en un pasillo que tenía 3 puertas a la derecha que daban a 2 dormitorios y un baño, al final giraba a la izquierda donde a mano derecha otra puerta daba al salón y al final del pasillo (por fin) estaba la cocina. El ambiente de la casa era sofocante y siniestro para mí.
Cuando llegaba corría como una posesa seguida por ese maldito campanilleo hasta las ventanas del fondo del pasillo, luego abría las de la cocina, después las del salón y por último entraba en los dormitorios, bueno eso lo hice solo dos veces, después siempre esperé a los posibles compradores y subía con ellos disimulando mis miraditas de reojo por todas partes y abriendo ventanas según entrábamos. No, no vendí este piso tampoco.


Y esto es todo por hoy, voy a currar de verdad de la buena que luego me pasa que quiero dejarlo todo resuelto en una hora; esta vez no me pasa, esta vez una hora antes de salir del curro a mis segundas mini vacaciones lo que voy a hacer es NADA porque no me quedara nada pendiente.


Lo peor de hoy sin duda alguna es que parece que me quedo sin mi queridisima Siesta. >_<

12 comentarios:

Anónimo dijo...

ay¡ tus tiempos de vendepisos... para miedo el que pasamos en aquel piso de una calle detras de granvia eso si fue miedo, de salir corriendo jajaja y tu pobre que tenias que cerrar y apagar las luces y nosotros corre que corre escaleras abajo juajua eh¡ lola¡

Pipilota dijo...

El de Marqués de Leganes sin duda fue el más peor de todos, y eso que iba más acompañá que la virgen... en fin a ver si un día de estos me encuentro con tiempo y ganas y cuento los misteriosos pisos fantasmales que me encontré en aquella época, dices de vendepisos... yo diría más bien de enseñapisos. :º

david dijo...

Si es que todo lo que lleva a Leganés implicado, maaalo.

Sin ir más lejos yo vivo en Leganés. Y que nadie diga ¿donde el monstruo?, que no es que sea un chiste viejo, es que es malo a rabiar v_v

Qué cosas las cabezas. Leo eso y me dan ganas de ver esos pisos. Y echarles mil fotos. Y luego retocarlas en plan siniestro. Hmmm.

Pipilota dijo...

Qué buena opción para recordar de do eres y darle esquinazo a mi dislexia local...

Preguntaré a alguien si se sabe ese chiste tan malo, y si no encuentro a nadie, lo mismo me toca enborracharte para que lo cuentes tú.

Fotos siniestras mmmencantan.

Anónimo dijo...

ahora que para pasillo siniestro el mio.... pero no quiero hecharle cuenta que luego me zurro jajaja mas de una vez, de reojo, me ha parecido ver pasar alguien...
oooh me terminan de decir que no soy la unica que le pasa, mejor no lo pienso mas....

Anónimo dijo...

hoy he pasado por la dichosa calle Marqués de Leganés, me dan escalofríos sólo pasar al lado.. ¡qué miedo pasé! no he vuelto a sentir aquello en mi vida.
Gracias a Dios que ya no vendes pisos porque entre las panzadas a subir escaleras y el miedo que pasábamos, en poco tiempo habías acabado con nosotras.

Pipilota dijo...

Verdá verdá, el pasillo de tú casa revela que tiene muchísimo movimiento taumatúrgico, habría que estar tiflótico para no verlo, pero lo mejor es cantar y mirar para otro lado.
Miedo me da tener que ir a dar de comer ar Quillo y a La Paca cuando os vayáis de vacaciones, ni siquiera el ir con Dante me tranquiliza lo más mínimo, casi que me asusta más todavía, sobre todo cuando tuerce la cabeza y alza las orejas direccionandolas hacía el pasillo...Ya me puedes dejar la nevera bien provista para convencerme :º

Por cierto, ya me han contado el chiste del monstruo... oye qué humor más huidízo tiene ¿no?

Qué exagerada Lola bicho malo nunca muere y vosotras sois malas malas malas... si seguro que los fantasmas sufrían más que vosotras. ^-^

Anónimo dijo...

Pues yo no he notado nada el pasillo de chschs, y tampoco en el de lola (que también tienes....), será por que estoy acostumbrada al de mi mama, que es largo, oscuro y con giro y espejo incluido (bueno ahora ya no); Lo que os pasa es que sois muy influenciables, cualquier cosita os da miedo.

Pipilota dijo...

Lo que pasa es que eres una descreída poco mediatizable.
El de Lola no es un pasillo es una escuadra y el de tu madre me daba miedo cerval como todos (ahora no) pero no noté nunca presencias extrañas. El de chschs... ay.

Anónimo dijo...

ay¡ ay¡ ay¡ mi pasillo... moni tambien alguna vez mira raaro raaro

Anónimo dijo...

ay¡ ay¡ ay¡ mi pasillo... moni tambien alguna vez mira raaro raaro

david dijo...

¿Humor huidizo?

Totalmente. El humor siempre está a más de quinientos kilómetros de donde alguien cuenta ese chiste, y corriendo a toda leche para alejarse aún más.

 
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