lunes, enero 29, 2007

A cal y canto

Aunque la casa no era grande, cuando pasó el tiempo y Él no volvió, cerró con cuidado la puerta de aquel cuarto, no se percató de que el monstruo quedó allí encerrado y olvidó su existencia, tal vez por eso olvidó también como atacaba o quizás fue porque Ella nunca le hizo demasiado caso. Sí , sabía que existía, pero cuando Ella disponía de más sueños y esperanzas, apenas si le había molestado o si lo hizo ya no lo recordaba.

El monstruo era pequeño y malvado, hay otros que son sanguinarios y crueles, éste no, pero lo suplía con un toque de mezquindad intolerable. Le gustaba acechar en sitios insalubres, oscuros y tristes, hacía tiempo que estaba adormilado por la inactividad cuando algo le despertó.
Le despertó sin querer la esperanza de Ella y se alimentó poco a poco con sus sueños.

Aquél día en que Ella entreabrío la puerta y apareció, quedó paralizadada por la sorpresa pero ésta fue siendo sustituida por el espanto al ver cómo asomaba el pequeño monstruo derramando inseguridad, rabia y un miedo deformante.
Le resultó atroz ver como esas exudaciones se le pegaban y amenazaban con ahogar su elaborada y tranquila felicidad.

Ella no recordaba ese miedo, no recordaba el dolor que conlleva, así que como era cobarde y consideró que la esperanza era vana y que los sueños se podían fácilmente trocar en pesadillas, agarró con fuerza la pértiga de la indiferencia que había tras la puerta y empujó al monstruo hacia aquel cuarto, esta vez sí, con intención de encerrarlo para siempre.

Es cierto que algo o alguien lloraba y rogaba, Ella sabía que estaba cometiendo una injusticia al encerrar a aquel hermoso ser con el monstruo, pero hizo oídos sordos, era inevitable el sacrificio, era necesario por el equilibrio y la paz amenazada. Lo bueno y lo malo seguirían convivendo en aquel oscuro cuarto.


Al principio les oiría, oiría el llanto de la esperanza cada vez más quedo, oiría los sucios improperios del monstruo cada vez más bajito hasta que se fueran aletargando y finalmente callarían. Habría días que despertarían y reclamarían su libertad, pero sabiendo que el monstruo no podía tocarla Ella podría soportarlo. La entristecía el otro ser pero el tiempo se encargaría de suavizar la tristeza por su ausencia... o quizás esta vez no.

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A mí me habría gustado que me escuchase cuando le gritaba qué eso estaba mal, qué el monstruo sólo se mostró tan feroz por el tiempo de letargo -como un oso trás el invierno que se despierta con desmedida voracidad de todo y con hambre, mucha hambre- que después de un tiempo Ella se habría dado cuenta que era más fuerte que él, que siempre lo fue, que buscase el valor, que si cedía tan cobardemente él, a su mezquina manera, habría ganado.

Sí. Me hubiese gustado que me hubiera escuchado cuando nos empujaba a este cuarto con ese largo y frío palo, pero Ella estaba tan asustada, tan angustiada que no me escuchó.

Ahora se lo digo bajito cuando duerme, no sé si me oye o si lo recuerda al despertar. Si lo hace volverá por mí, plantará cara al monstruo como siempre lo hizo y podremos volver a vivir juntas de nuevo... Se lo digo bajito todas las noches.
- Puedes con él, ven por mí, abre el cuarto y déjalo abierto.





* Los dibujos de hoy vuelven a ser de Luis Casado.

* Gracias especiales a Lola mi editora oficial.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Oh

Anónimo dijo...

Ya me he repuesto de mi sorpresa, y digo bien, pues no me hacia a la idea de si el cuento, como las ilustraciones, pertenecían a Luis, o bien lo había leido en otro sitio, o como ha resultado ser, ES TUYO.
A mi me encanta, pero ..... no creo que pienses (piensen) que soy imparcial.

Anónimo dijo...

¡¡Ahh!!

A mí también me gusta, me da mucha pena pero yo no he tenido que reponerme de la sorpresa y claro lo de la imparcialidad ... pues eso.. que me encanta..

Pipilota dijo...

Sí, creo que voy a hacer una última edición para agradecer a Lola su participación en la ordenación y corrección del cuento ya que soy malisma con las tildes e inicialmente la idea era bastante más anárquica... gracias a ella la cosa está medianamente legible.
Me alegro que os haya gustado :")

Anónimo dijo...

huuuyyy qué sonrojo...

Anónimo dijo...

Este era el cuento? será que yo tampoco soy imparcial pero también me gusta y además (le quedaba mucho gas) le has acompañado muy bien con los dibus.

Pipilota dijo...

Este era, este era...

:D de verdad que me estoy planteando cada vez más en serio lo de devolverte el dvd de Krahe:D

Anónimo dijo...

Pues a mí me ha encantado, y a mi no me debes nada y además soy imparcial por naturaleza, jejejeje.

Corvo dijo...

Es precioso, está estupendamente escrito y deja una puerta abierta, la primera mitad me creó un desasosiego grande, la segunda parte ya sólo se queda en tristeza acompañada por unas gotitas de fe en que Ella supere la concha en la que se ha escondido para no sufrir, no sólo le pasa a Ella, ¿Eh?, son much@s ell@s en este mundo que viven de esta manera...Aunque de esta forma se sobrevive, no se vive a pleno pulmón...!Vamos, coño, todo el mundo a tirarse a la piscina de las emociones, ya!....

*V* dijo...

Conste que yo si que soy imparcial (que a vosotras no os cree nadie! XD)y me ha encantado.
Si quieres un Agente, ya sabes eh? ;P
:D

Pipilota dijo...

Ehh que yo sí las creo, y sí me considero algo o alguien... :º

Vero cuando quieras me pasas el contrato escrito en papel de servilleta que usas según dicen las malas lenguas ^^

Qué bonito sería vivir del cuento hmmm pero ahora que lo pienso, maomeno yo ya lo hago.

Bueno como ya se lo dije ayer a Lentejas lo diré al mundo en general, en el cuento hablo de un mosntruo que sí tiene nombre y se llama Celos, pero como creo que cada cual tiene sus propios monstruos creí mejor dejar todo sin nombres, me entantan los genéricos y ya dicen el Ministerio de Sanidad, sirven igual y son más baratos.

 
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