Sus presento a mi Gandalf

Este hombre que está en la cabecera de mi camastro es Gandalf, cualquiera pudiera pensar que es un retrato del mismísimo Dios, pero No.


Se lo pedí a Luis hace millones de años, él me hizo uno chiquitito que puse en un archivador del colegio y terminó hecho cisco, la verdad es que se parecía mucho a éste, pero aquél estaba dibujado a cabroncillo. Unos meses después de que Bobby se fuera a Méjico, Luis me llamó y me regaló este Gandalf enmarcadito y todo. Me hizo mucha ilusión, no sólo es el regalo, es más bien el detalle lo que más aprecié, bueno también aprecié otras cosas pero eso ya es otra historia...


Sé que algunes esperaban que hablase de mi espectacular semana anterior y de los fabulosos planes de ésta, pero si Santa Tecla no quiere yo no voy a darle ese disgusto... y más hoy que el trasto parece que funciona casi normalmente humm ¿madera? ¿alguien tiene algo de madera para tocar?

Este post tan churriflojo tiene dos propósitos... mostrar al mundo mi Gandalf y quitar de la cabecera esa palabrota tan fea que me salió del alma ayer.

Podría haber hablado de las magníficas adquisiciones músicales y cinéfilas de este año, porque digo yo que dejar los malos habitos tiene que tener alguna recompensa y a mí recompensarme se me da de vicio... ehhmm de vicio no, se me da de maravilla, hablaré de estas otras cosas más adelante, total tengo un añito entero para hacerlo, je