La mujer de negro
En respuesta a Vero diré que finalmente pudo más mi cobardía vestida de principios y no seccioné ningún miembro y hoy me alegro, porque ¿qué iba a hacer la gente sin un brazo para aplaudir? ¿qué iba a hacer la gente sin una pierna para bailar?¿ qué iba a hacer la gente sin sus dientes para sonreir? y lo que es más importante ¿qué iba a hacer la gente sin sus paraguas para incordiar? ¿eh?
Hablando de aplaudir... Ya está en Madrid "La mujer de negro" cuando descubrí que venían se me ocurrió la peregrina idea de organizar un grupo para ir a ver la función e intentar un precio especial, aunque el fin de esta organización, más que una reducción de precio sobre la entrada, era para que la gente que no la hubiera visto la viera y los que ya disfrutaron de ella la volvieran a ver.
Reconozco tener debilidad por esta obra.
Es una obra teatral de terror que se representó en el Infanta Isabel cuando yo era taquillera. Me encantaba quedarme en las últimas filas viendo la representación. Se creaba un clima tan misterioso y terrorífico que ni a fuerza de verla, dejaba de asustarme y sorprenderme.
Es cierto, perdí la cuenta de las veces que la vi y estoy impaciosa por volverla a ver de nuevo.
Además, la compañía me resultó queridísima. Conocí a Lola... no esta Lola, si no otra Lola... Lola era la regidora, me gustaba presentarla como "la mano que mece la mecedora" y es una mujer maravillosa que he perdido por los vericuetos de la vida, bueno no, no la he perdido está en modo ausente, pero me apuesto cualquier cosa a que si la llamo y la necesito estará.
Dante llegó a mí vida estando La mujer de negro en el teatro, ellos como compañía podían haber puesto objeciones a que se quedara, pero ¿quién puede echar a la calle a un perro como Dante? ellos tampoco. Y eso que le tenía una pelusa bestial a Jose Luis cuando me abrazaba, y él me abrazaba sólo para que Dante viniera corriendo a separarnos, era un juego divertido, la verdad. También odiaba que Emilio le interrumpiera la siesta y le gruñía de modo poco amistoso cuando venía a verme, esto también se convirtió en un ritual inevitable, porque ni dante se separaba de la taquilla ni Emilio pasaba sin saludarme.
La Cia se llamaba La Pavana y eran valencianos, a Deme que llegó al teatro a través de la Cia, le dió por intentar que cambiásemos el nombre del perro por Amparagüés que significa paraguas en castellano, no tengo ni idea de por qué, los razonamientos de Deme siempre se me escaparon ampliamente por los surcos de mi cerebelo, él siempre le llamo así a Dante, yo cuando me enfado también... y no tiene nada que ver con la manía que le tengo a los paraguas de los demás. Conste.
La cosa era tan familiar que cuando Jorge se fue a rodar una película a Almería junto con Jeff Goldblum, nos envió una postal contándonos lo mujeriego que es este actor (entre otros comentarios sobre el tiempo y tal)... ¿quién nos lo iba a decir!? un mujeriego mayor que él mismo. No dábamos crédito, pero imaginármelos a los dos allí... hmmm sinceramente, no creo que tuviesen mucho problema en encontrar compañía femenina.
En fin, estoy deseando volver a ver esta obra y de paso acercarme a los camerinos ( los cuales nadie me tendrá que indicar do están ^^) para saludar a los supervivientes, los magistrales Jorge de Juan y Emilio Gutierrez Caba.
En serio, id a verla, si me llamáis iré con vosotros aunque ya la haya visto.
6 comentarios:
Mandeeee!Ozú!
I am a banana.
Es una obra buenísima y una temporada estupenda que pasaste en el trabajo, la verdad es que conociste mucha gente y el ambiente era estupendo (jefa y nena aparte, claro), pero no te pongas triste añorandola, recuerda también la jornada partida, salir a las tantas, currar los festivos y eso, así que disfruta de lo bueno que tengas ahora todo lo que puedas. Un besazo guapetona.
Por fin alguien que ha leído lo que he escrito... uff ¡Qué susto!
No añoro aquel trabajo, me gustaba trabajar en tol'centro con sus tienditas variadas y sus bares de copichuelas. Me encantaba el ambiente del teatro y conocer gente interesantísima, invitar a mis amigotes a venir por la patilla a ver obras cojonudas, me gustaba terminar las fiestas nocturnas entrando alevosamente en él y que Marco tocase el piano que había en la entrada... incluso me gustaba el horario partido porque me permitía echarme unas pedazo de siestas increíbles, pero todo eso no lo cambió por mi "trabajo" actual ;P Pues anda que no vivo yo bien aquí ni ná :D
holaaaa pipi por fin te echaba de menos jejej es decir que esrcibieras y eso.
el teatro es eso mágia, lo digo por experiencia...
pero se valora cada vez menos, y por lo de la obra si algún día la representan aquí la veré seguro...como para no hacerlo con esas referencias jejeje
Es verdad que el teatro tiene una mágia especial.
Verás como no te arrepientes si vas a verla ^^
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