El día de San Juan

A principios de semana me dijo Lola que a lo mejoooor su hijo Alberto traía a sus padres (los de Lola) el domingo, pero que no dijese nada porque a lo mejooor su madre se indisponía y no le apetecía venir a Madrid.

Así que yo me callé como una muerta y no dije nada en casa.

Cuando llegó el viernes aún estaba la cosa algo dudosa aunque la balanza se inclinaba a favor de la visita. Optamos por que fuese una sorpresa.

El sábado cuando estaba desayunando mi madre no sabía si ir a la peluquería o si estarse en casita y yo le dije... yo que tú iba a la pelu porque a lo mejooor tenemos visita mañana. Pero yo no te puedo decir nada, así qué tú verás.

Mi madre dijo... - pues si no podías decir nada no haber empezado ¿¡Quién creés que vendrá mañana!?

*No, no es que se me escapase este detalle...era todo un plan premeditado y concienzudo para avisar sin destapar la sorpresa.

Le dije que a lo mejoooor venían Alberto y Silvia tal vez a traernos las invitaciones de la boda, pero que no querían que dijese nada por si finalmente no venían.

Mi madre se fue a la peluquería y a la vuelta le comenté que a lo mejoooor se quedaban a comer, ejem ejem. Y me fui con Lentejas con el deber de avisar cumplido.

El domingo llegaron mis tíos, no pude ver la cara de mi madre pero la oí decir:

Uy. Uyuyuy Uy... qué alegría. ¿Qué hacéis vosotros aquí?

Nuestra familia siempre fue principalmente un matriarcado, todos alrededor de la abuela que tenía tres hijas que no fueron metidas en ninguna botija y por lo tanto pudieron crear una familia muy unida en tiempos de cuando éramos pequeñes.

Las reuniones para celebrar "cosas" eran numerosas, cumpleaños, navidades, santos, domingos de porque sí ... etcetc. Eso ha hecho que las primas nos queramos como hermanas y que eso perdure con el transcurso de los siglos....Y el domingo nos volvimos a reunir todos (los que quedamos, claro) salvo algún despistado que andaba por Ávila.

La comida fue una fiesta de Ensaladilla Rusa (madrileña) y solomillitos, Chorizo y morcilla realeños... me puse las botas. Disfruté como una enana sólo con la visual de mis tías y mi tío Benja junto con mi madre... mirar a la derecha y ver a Lola que oye mira que la tengo vista... que la veo tooodos los días. Vamos que la tengo enfrente... pero en el comedor de mi tía Lola la alumbraba otra luz, la luz de que era Loli, mi Loli de siempre. Luego para el café llegaron las que faltaban, dejamos a los mayores en el comedor y nos fuimos a fumar a la cocina para disfrutar de nuestras mutuas compañías....

Más tarde llegaron Alberto y Silvia y ejerciendo de "Castro Bonel" (lo siento pero me gusta más que Cevesa) se llevaron Al Benja y a La Facu de vuelta al pueblo... donde se supone que tenemos que volver a reunirnos... algún día.