Mio, Tuyo, Nuestro
Él era un sueño de verano, la provocación . Yo era una ilusión de invierno, la curiosidad. Corría el 82 y todos éramos mucho, muchísimo más jóvenes.
Él era una de las mejores personas que he conocido, nos trató siempre a todas como si fuéramos la única.
Nunca discutimos entre nosotras que alguna fuera más importante que otra pues todas creemos en el fondo que cada una lo era, Pepa, Inés, Ana o yo nunca dudamos que éramos su nosequé más especial. Tenía ese don. El don de hacerte sentir adoración por él. Y hablo sólo de nosotras porque las demás no importan… hmm tal vez Geni.
Voy a recordar un detalle íntimo porque es uno de los que han resultado más irrepetibles en mi vida.
Aquella noche se vino a dormir y fue una noche llena de ternura, de la ternura especial que él tenía conmigo. Ya no nos amábamos pero, nuestra amistad mantenía un derecho a roce cómplice y tácito. A la mañana siguiente, mientras yo aún dormía, él se levantó, arregló el calentador, bajó al pueblo y compró lo que creyó necesario para desayunar. Me despertó con la increíble sorpresa de verle llegar con una sonrisa y una bandeja con una flor, una taza de café con leche, tostadas recién hechas y mermelada de fresa. ¿cómo podría haber dicho en ese momento que no me gustaba la mermelada de fresa? Además, el caso es que hasta ese día no la había probado y resulta que me gustó. Puede parece algo absurdamente ridículo y más cuando no nos engañábamos con falsas promesas de amor, pero ahí está uno de esos detalles minúsculos por el que se filtra mi adoración por él.
Recuerdo la luz y recuerdo la lluvía
Ningún otro me ha traído el desayuno a la cama.
No he vuelto a tomar mermelada de fresa como aquella.
Aún ahora el pueblo me resulta extraño sin la posibilidad de verle.
Corría el 96 todos estábamos heridos, muy heridos y enfadados con la vida.
Tal vez fue ilusión mía, pero cuando murió Todas nos sentimos viudas de una viudedad rara. Quizá no era viudedad si no horfandad lo que sentíamos, no lo sé. Recuerdo La Soledad, el no poder explicar lo que me pasaba a quién más necesitaba explicárselo, a mi prima, a mi amiga. Creía que ella tenía un hombro donde llorar, unos brazos que la conforaban y yo sólo tenía el vacío… fue la rotura de un puente que nos costó arreglar porque no sabíamos que estaba roto. Paso un tiempo extraño en que no hablábamos de lo necesitábamos hablar, esquivando silencios. Cuando asimilamos lo que estábamos haciendo, comprobamos que sentíamos el mismo dolor, la misma falta de palabras, la misma soledad y por fin lloramos juntas. El vacío era el mismo y se llamaba Jose.
Durante toda su enfermedad, que duró un miserable mes, sólo podía rogar a una vela en mi habitación poniendo una y otra y otra vez esta canción:
Corre el 2007 y todos estámos intentado entenderlo ... aún.
Soñé con él la semana pasada. estaba guapetón, divertido y tan encantador como siempre.
8 comentarios:
Child in Time es para mí la canción más intensa y catártica de Deep Purple, mi grupo favorito desde que tengo uso de razón. Nunca la escucho porque sí. Y no se me ocurre un motivo más correcto y personal para hacerlo que el que tuviste, como si estuviera hecha a propósito para un momento así.
Sin embargo, he pensado en el principio de esta canción conforme leía el post:
http://www.goear.com/listen.php?v=c3f1028
Me gustaría que la escucharas, aunque sólo sea para sentir como la melancolía que desprende en las primeras notas se va transformando poco a poco en otra cosa, cómo se va borrando el tono amargo y cómo va creciendo uno que, aún con las mismas notas, parece estar compuesto en otro lenguaje, positivo, lleno de energía, pero sin dejar de ser algo íntimo y cercano.
Y si encima te gusta la canción, pa qué queremos más!
Gracias, no tengo el eustaquio muy educado para el ¿Jazz?, pero me dejo guiar mansamente cuando el guía merece todo mi ejemejem no me voy a poner empalagosa que hoy ya he cubierto el cupo ^-^
Me gusta la canción. La primera parte me sugiere, no sé porqué, una película de cine mudo, a partir del primer minuto cuando empieza lo que llamo ¿jazz? te va introduciendo en una desgana muy acorde con mi estado de ánimo. Me falta el whisky, la poltrona y poder cerrar los ojos para dejarme llevar. Hacia el minuto 3 me levantaría, me haría la cena. Empezaría a pensar en salir de casa hacia el minuto 5, siempre y cuando fuera de noche y la única luz que me rozase fuera amarilla... ¿toda las canciones de ¿jazz? terminan así como si pudieran seguir eternamente?
PD: y gracias por el enlace, me siento un poco rara allí pero tú verás. El blog es tuyo ;P
Pero qué bonita es la parte del piano u_u
A los gatos también les gusta esa parte, se han acercado los dos a los altavoces cuando ha empezado Bill Evans (para salir pitando justo cuando empieza el saxo de Stan Getz. Gñ). Se ve que musicalmente les va el rollo más tranquilote.
Lo de poner el enlace igual es puro egoismo, eh? En el curro no tengo carpeta de favoritos en el explorer (no es cuestión de ir dejando rastros ^_ ^) y en algún sitio tendré que poner los enlaces a los blogs que visito frecuentemente.
Aunque claro, igual no quieres que te enlace desde el blog, sobre todo tras las operación estética que ha sufrido (a saber qué clase de depravados atraeré con el nuevo look. Imagina que clican en el enlace y vienen a parar aquí). Entiendo tu reparo perfectamente.:D
Depravados es un buen nombre para algunos de los que por aquí vienen... no me asustan
Mmuahahah depravados a mí.
que curiosos son los sentimientos, ¿verdad?.
Si que fue todo muy extraño, esa viudedad-orfandad, sin serlo, la soledad y el vacio que dejo.
Y que dificil hablarlo y entenderlo y asimilarlo y compartirlo.
Bufff...
Ciertamente... fue todo todo muy difícil.
Y a veces lo sigue siendo.
Sin comentarios.
Publicar un comentario