miércoles, marzo 12, 2008

De paseíto un rato

Ayer hacía una noche ventosa y agradable para pasear, así que Dante y yo nos dimos un agradable paseo. Lo primero que me llamó la atención fue el extraño cartel de menús de una tasca vasca que hay en una calle perpendicular a Orense.
Leí :
Menú 1 - como huevos y patatas - 7'50 y seguí andando y pensando extrañada: ¿como de comor o como de comer? .
Entonces tuve una regresión mental de tres pasos atrás y se hizo la luz.
Probablemente lo que ponía en realidad era:
Menú 1 - Lomo, huevos y patatas – 7’50
Habían usado una L de esas en forma de la L de la libra o algo así y yo que voy por la vida viendo pero sin mirar y pensando en cosas estúpidas, pues eso.

Luego ya en la calle Orense, me crucé con una pareja bastante pija y acaramelada, cuando estaban a unos dos metros, la chica se vino hacia mí con una tos rara, una vez me hubo pasado, empezó a hacer unos ruidos curiosos, al volverme descubrí que no eran otra cosa que arcadas, la pobre mujer se apoyó en un árbol y le dijo al noviete
- ¡¡¡ Eres un guarro!!
Me quedé estupefacta y ya pude dejar de pensar en mi estupidez literaria de 100 metros antes porque mi mente ya iba haciendo conjeturas de qué podría haber dicho o hecho el pinturero chaval a la pobre y asqueada chica.
Conjeturas nada dignas de mención, por cierto.

Luego me metí por Oviedo y me adelantó un hombre que me llamó la atención porque llevaba en la cabeza el mismísimo mar rojo en plena apertura de Moisés, creo yo que eso debía de dar bastante aerodinamismo al individuo porque me fue imposible alcanzarle... sí, como Dante es tan introvertido y no me cuenta nada, a veces juego a picarme con otros transeúntes; en estas fechas en las que hay multitud de perras en celo no es fácil, dado el peso pesado de mi can y de mi solapada vigorexia en ocasiones corro peligro de dejarme el brazo junto con el perro y un charquito de especial interés para él, mientras yo sigo al individuo en cuestión desangrándome sin darme cuenta.

En fin

Después de un rodeo considerable, llegué a la amplia Bravo Murillo y pude ver al increíble Hombre Cuervo. Iba disfrazado de viejo borracho e iba por la otra acera, asi que, si no hubiera abierto el pico no lo habría descubierto en la vida, pero claro, los graznidos de un ser de aproximadamente metro sesenta de altura y 80 kilos de peso en una calle casi desierta, no son como para obviarlos. Hasta salió el tipo de la pizzería cercana a verlo para creerlo. Dante también alucinó, creo que fue el único momento en el que algo nos llamó la atención a los dos a la vez.

Y después de eso llegamos a casa para ver cómo No se despeina por nada ni por nadie Steven Seagal.

3 comentarios:

¿Escritora o escribidora? dijo...

Eres muy... observadora...

Y además nos haces ver tus imágenes... como si nosotros también... estuviéramos dando el paseo con Dante y contigo...

Un saludito

P.D. Mario Benedetti... uuff... qué pasada de escritor...

Perro De Lobo dijo...

Genial el paseo :D

Lo del lomo/como con patatas no es un error tipográfico, hay una sociedad en la sombra que trabaja trastocando las letras de las palabras para traer el Caos al mundo. Mismamente en casa tengo la sospecha de que hay una acólita del movimiento, desde que vi que en la lista de la compra ponía:
PAPEL CGLINA
en vez de
PAPEL COCINA

Testigos tengo.

Pipilota dijo...

Gracias por acompañarme en este paseíto póstumo EoE, lo de ser observadora... es que de mayor quiero ser lechuza ^-^

Sr. Perro, ya está usté conspiranoíco? ;P

Si yo hubiese sido tú, me habría vuelto loca buscando el maldito papel de gallina º.º

 
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