El gato diabólico

Ahí estaba, sabía que era un gato diabólico porque alguien me había mostrado las fotos en la que aparecía sostenido por la nada. Es decir, la cámara fotográfica no había podido captar la imagen de la supuesta persona que lo tenía en brazos. ¡En ninguna de las fotos!

Sus ojos redondos, sus pupilas dilatadas, su bigote en estado de alerta me tenían totalmente aterrada. Yo estaba en un cuarto sin ventanas, en él simplemente había un aparador y unas sillas. Una puerta daba al resto de la casa, pero el gato no me dejaba pasar, la otra daba a un recibidor y a la puerta de salida; pero era de noche ¿dónde podía ir yo a esas horas?

El gato era bastante grande y movía su rabo a izquierda y derecha sin dejar de mirarme con esa fijeza que usan cuando están realmente interesados en "algo". Busqué una Biblia pero sólo encontré el calendario de un santo, el cual usé para protegerme.

Intentaba contenerle con el grito de : - Vade Retro Satanás-, y clamaba por la intervención divina para que salvase mi pobre alma pecadora, pero mis palabras salían de mi boca a menos revoluciones por minuto de las que deberían para darle algo de empaque a la orden o sustancia a los ruegos.
En un momento dado me dí cuenta de que en medio de aquella sala había un colchón, yo estaba muy, muy cansada e intenté echarme a dormir, pero la idea fija de ese maldito gato atacándome me mantenían en un estado de duermevela. Estaba echada sobre el colchón dando manotazos al aire (también a cámara lenta) y diciendo ¡Déjame en paaaz!

Los ojos se me cerraban... por un momento pensé que el gato no era diabólico, que simplemente estaba hasta los bigotes de que le estuviera gritando y azuzando con el calendario ese... que ciertamente era un imagen bastante ridícula, pensandolo bien... pero el miedo era real, tan real como que cuando me he despertado, el pánico atroz estaba depositado justo, justo en mi rabadilla.
Me ha costado un güevo y medio volverme a dormir.

Y eso que anoche apenas casi cené. ¿De donde vendrán estos sueños tan estúpidos?