Y tiro porque me lleva la corriente

Hace un calor tonto perdío. Me cae mal.

Ha sido un fin de semana provechoso.
He duchado a Dante en casa y esto es algo maravillouso por dos motivos: ya no tengo que planear excursiones de bota y merienda para que le bañen y ya no tengo porqué soltar 50 lereles para que luzca limpito y presentable. Sólo por eso ha merecido la pena.
Además he escrito un cuentito algo simplón, pero que a mis niñas (Mónica, chschs y Mamá) les ha encantado y hoy he hecho un dibujito para decorarlo, es un guarri dibu hecho en un ratín con el paint, pero bueno, sé que a mi Moni y otra gente, de gusto peculiar, les gustará.
A ver si mañana lo puedo subir acá.

He empezado con el experimento del racontto con Payasos en la lavadora y es una auténtica locura. Creo que no debí escoger este libro para el experimento, es como leerse El día de la bestia al revés. El protagonista va pedo perdido durante toda la semana grande de Bilbao; en cada capítulo aparece en un sitio distinto con 10.000 neuronas menos y en actitudes a cada cual más inverosímil que la anterior (¿o es la posterior?), pero tiene su punto. Estoy deseando saber qué le aconteció al principio de la semana con un tal Apocalipsis y una Carmen Miranda. Creo que lo terminaré mañana.

Durante este puentepa'lgunos he bajado los reclamantes a 290 y en esta semana espero quedarme al día respecto a ellos para disfrutar de un merecido descanso allá por el puente de San Isidro. Además mi muy querida sister va de camino hacia la recogida de mi magnífica tarjeta con la que disfrutaré como una enana de los mil y un juegos que tendré disponibles todos los días.
Puzzles, aventuras, educativos, de simulación, destructivos, de magia, japoneses sin traducción….
Todos, todoooos los quiero todos.
Mbuahhahaaa



Uy… mi conciencia me está diciendo algo respecto al abandono de la lectura que le había prometido no aparcar ¿tendrá razón?