sábado, agosto 02, 2008

Sábado laboral



Primeramente, cuando he ido a sacar a Dante, me ha sorpreasustado una especie de gruñido que ha surgido detrás de unos matorrales de la plaza. Ha sido un segundo nada más, ya que enseguida lo he identificado como ronquidos humanos descartando así que hubiera un oso salvaje allí escondido.

Y ya cuando encaminaba mis pasos hacia el metro, un adán comiéndose una porra (que qué envidia m’dao) y haciendo más eses que la carretera de la sierra, me ha sorpreasustado cuando le ha gritado al mundo en general o tal vez a la bolsa de porras en particular:
- ¡mira ese! ¿ánde irá con esa caja?

Son los pedorros que me he encontrado de buena mañana y que me han hecho sentirme muy contentita de elegir dormir y descansar en vez de caer en la tentación de ir al Macondo anoche.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yes, very much.

Personica, ya estoy aquí. Y las fotos están colgadas :)

Anónimo dijo...

¡que gambas esas dos primeras respuestas!
Pedorros de ese estilo, impidieron mi descanso del viernes al sabado, ¿por que gritará tanto la gente cuando van andando juntos por la calle?

Anónimo dijo...

pierdon, el anterior es mio

Pipilota dijo...

En respuesta a los dos diré lo mismo:
Ya me lo imaginaba ;P

lentejas dijo...

¿cómo se te ocurre sacar la foto de mi hamster en ese estado? ¿A quién le has pedido permiso tú eihhnn? Cuando vea Hugo lo que hace Hamtaro por la noche....Cuando comprenda porqué corre a toda hostia por la rueda...Qué disgusto...

Pipilota dijo...

Pónete los anteojos y no me sufras, no es Hantarito, es su primo... esa "oveja negra" vil y descarriada.

Yo también te quiero pero no ;P

 
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