lunes, enero 12, 2009

Sobre el sufrimiento

-El sufrimiento es un malentendido-.

Esta frase es de “Los desposeídos” de Úrsula y me ha dejado enganchada a pensamientos encadenados durante un rato. Primeramente la he paladeado así, tal cual. Luego he seguido leyendo y no puedo dejar de compartir con vosotres los motivos que llevan a Shevek, el autor de la misma, a justificarla:

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-Existe- dijo Shevek abriendo las manos-. Es real. Quiero decir que es un malentendido, pero no pretendo decir que no exista, que dejará de existir alguna vez. El sufrimiento es la condición propia de la vida. Y cuando sobreviene, uno lo reconoce. Lo reconoce como la verdad. Es bueno, desde luego, curar las enfermedades, prevenir el hambre y la injusticia, como lo hace el organismo social. Pero ninguna sociedad puede modificar la naturaleza de la existencia. No podemos evitar el sufrimiento. Este dolor y aquel dolor, sí, mas no el dolor. Una sociedad sólo puede aliviar el sufrimiento social, el sufrimiento innecesario. El resto subsiste. La raíz, la realidad. Todos nosotros, los que estamos aquí, vamos a conocer el dolor; si vivimos cincuenta años, serán cincuenta años de dolor. Y al final moriremos. Esa es la condición con la que hemos nacido. ¡Me da miedo esta vida! Hay momentos en que... , en que me da mucho miedo. Toda la felicidad parece trivial. Y, sin embargo, me pregunto si en todo esto no hay un malentendido, en este querer correr en pos de la felicidad, en este miedo al dolor... Si en vez de temerlo y huir de él, uno pudiera ir más allá del dolor, trascenderlo. Porque hay algo más allá del dolor. El que sufre es el yo, y hay un lugar, un momento en el que el yo... deja de ser. No sé cómo decirlo. Pero creo que la realidad, la verdad que reconozco en el sufrimiento y no en el consuelo y en la felicidad..., que la realidad del dolor no es el dolor. Si uno es capaz de ir más allá. De soportarlo hasta el fin.

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Casi todos mis sufrimientos han sido debidos a eso que dice sobre el que sufre es el Yo, un yo que con el tiempo dejará de ser. Así veo en la distancia ciertos pesares como si le hubieran ocurrido a otra persona, otra persona que ¿ya no existe? Sí, creo que existe dentro de mi, pero aquellas cosas ya no hacen el daño que hacían; si soy la misma persona ¿por qué no duele igual? Porque aquél yo ya no es. Es otro yo el que vive conmigo, otro yo al que le duelen otras cosas porque como todos sabemos el sufrimiento es inherente a la condición humana. Pero sabiendo esto… ¿ tal vez la clave no sea relativizar un poquito el dolor?
No creo que esto le sirva de ayuda a nadie, o tal vez sí. ¿Quién sabe a qué yo le puede venir bien salir un poco de su enmimismamiento?
En fin que cada cual saque sus propias conclusiones.

9 comentarios:

lentejas dijo...

"El sufrimiento es la condición propia de la vida"...

Pues yo creo que no... Claro que no, hay muchas condiciones propias de la vida, la primera el amor... Naces indefenso y el amor de una madre y de una familia te alimenta, te guía, te nutre el alma y el cuerpo.. A partir de aquí llegarán muchas emociones... Si queremos apreciar la alegría y la felicidad, tiene que ser en contraste con algo... Ya sabemos lo que es ese algo... El sufrimiento, un ingrediente más en el cocktail...

Anónimo dijo...

Aunque suene trivial, me surge la comparación con un plato de alubias. Tiene los ingredientes: alubias, cebolla, patata, chorizo. Quítale uno y ya no es un plato de alubias.

La vida esta, supongo que tiene los suyos y ya está. No se los puede borrar. Alguien que sabía más que yo ya escribió que el mundo es injusto. La naturaleza es injusta. También es bella y a veces compasiva. Mejor vivirlo todo.

*V* dijo...

Que gran libro!!...y ahora, volvamos a centrarnos ;D

Yo si estoy de acuerdo con eso tan chulo de que el sufrimiento es la condición propia de la vida...sufrimos cuando deseamos porque no vemos cumplido lo que deseamos y deseamos constantemente, aunque sea en pequeñas dosis. La contraposición a ese sentimiento, al sufrimiento, es lo que nos hace felices. Lo contrario sería como estar vacíos, y el sentirse vacío es incluso peor. Así que el sufrimiento, que no siempre debe venir en grandes dosis, nos puede dejar grandes dosis de felicidad. Lo uno sin lo otro no existiría, y viceversa. Sentir es estar vivo y además te permite aprender.

Nianu nianu.... paja mental que me acabo de marcar en tu blog!

Ni caso, lo dicho, el libro estupendo ;D

Anónimo dijo...

Vamos que lo que sugiere el tal Shevek, esque aprendamos a no sufrir para que finalmente seamos como aquella sociedad tan peculiar que nos muestra la pelicula "La fuga de Logan" en que los personajes que se encuentran permanecen inmutables ante el dolor ajeno. Nadie desea sufrir, pero sin sufrimiento no hay pasión, no hay desasosiego, no hay AMOR, porque no hay miedo al a pérdida del mismo. No me gusta nada de nada esa reflexión, porque es muy peligrosa. Prefiero sufrir cuando los acontecimientos me lo pidan que romper los lazos de reciprocidad social.Gracias al sufrimiento de otros somos objeto de ayuda, de deseo, etc. Jugar a ser duros a no sufrir nos hace retroceder todos los paso dados durante siglos para conseguir derechos. Y si digo que tengo derecho a la vida no me refiero a mi poder físico de defenderme. Eso es la ley de la selva amiga mia. Tengo que contar con los demás para disfrutar de mis derechos. Tendemos a considerarnos realidades autónomas, y nos olvidamos que esa autonomia depende de todos nosotros. La zoología es naturaleza, y en ella no hay derechos; esos los ha inventado el hombre, y eso afortunadamente nos ha alejado un poquito mas de la ley de la selva.


Paquito,

Pipilota dijo...

Vaya que agrable sorpresa. Vayamos por partes.

Lentejas:
El amor, qué bonito. Si no fuera porque no creo que exista como sentimiento puro sería una buena condición propia de la vida. Pero ya he dicho alguna vez que para mí el sentimiento más puro es el egoísmo y él se come al amor con patatas. No todos nacemos al calor de un hogar que nos alimenta y nos guía y no precisamente estoy hablando de precariedad económica sino precariedad emocional.

Jan
Nadie ha dicho que no se deba vivir todo. Estoy totalmente deacuerdo con ello.
El ejemplo del plato de alubias es un buen ejemplo, pero el ingrediente principal son la alubias. Pueden ser estofadas, viudas o como quieras pero para que sea un Plato de Alubias,tiene que tener alubias.

Vero
Ahí está el quiz de cuestión, necesitamos sufrir para poder disfrutar mejor de la felicidad, pero Shevek creé que la felicidad es algo trivial, algo tras lo que corremos. Huimos del sufrimiento sin llegar a entenderlo realmente. La verdad es que como teoría es bonito, pero no seré yo quién me quede a transcenderlo para ver que hay más allá. Soy tremendamente miedosa ante el dolor.
Y sí es una gozada de libro, aunque lo que realmente es una gozada es la autora :D

Paquito

No Paquito, Shevek dice todo lo contrario, para él el sufrimiento es algo inevitable y no da pistas sobre cómo evitarlo. Simplemente dice que es un malentendido porque es nuestro yo el que sufre, un yo que con el tiempo dejará de existir. No sé si se refiere a la muerte total o a todos esos yoes que nos acompañan por el camino; me he inclinado por los yoes ya que la muerte es bien sabido que nos acompaña desde el mismo momento en que nacemos.
Las instituciones pueden aliviar los sufrimientos en alguna medida, pero jamás conseguirán que el El Dolor del Yo desaparezca. No es que diga que no necesitamos a los demás, claro que los necesitamos, pero ellos tampoco pueden evitar el sufrimiento.
Del egoísmo que ese yo implica… tal vez sea motivo de otro post. Ya sabes que soy fervientemente creyente que el mundo se mueve por el egoísmo, sin que eso implique que sea malo.
Y amigo mío, yo creo que la Ley de la Selva sigue imperando y no dejará de hacerlo porque somos animales… unos más que otros, claro.

pepa dijo...

Yo creo que los dolores o sufrimientos innecesarios, a los que se refiere el tal Shevek, que puede paliar la sociedad, son el dolor físico, el hambre, la pobreza…, pero nunca el dolor emocional, el que sienten las personas por el hecho de ser personas que interactúan con otras personas.
Desde que nacemos sufrimos, aún cuando recibamos inmediatamente el consuelo y el amor de una madre, nacemos llorando.
Si hay algo que nos hace crecer es el conjunto de todas nuestras vivencias, lo que conforma los distintos yoes, y totalmente de acuerdo con Pipi cuando dice “un yo que con el tiempo dejara de ser”, y, “aquellas cosas ya no hacen el daño que hacían”; por supuesto tampoco nos hacen felices las mismas cosas.
Ayuda a relativizar el dolor, pensar que con el tiempo será menos, aunque en el momento duela de cojones.
Por cierto ¿el libro es tuyo?, prestamelo
Yo-mi-me-conmigo.

Pipilota dijo...

Sí, pero tardaré en dejártelo porque en el mismo tomo vienen tres libros:
Los desposeídos. La mano izquierda de la oscuridad y El nombre del mundo es bosque.
Aunque ando un poco espesota últimamente y me está costando leer, pretendo leérme los 3 u_u

Pero no te preocupes, eres la primer y de momento (para agradecimiento de mi conciencia lectora) la única :D

lentejas dijo...

En ese caso el sufrimiento será tan ingrediente básico de la receta como su opuesto, ya que no puede existir la pena sin la alegría, o no se pede añorar a quien no se ha amado...

"si vivimos cincuenta años, serán cincuenta años de dolor."
El sufrimiento emocional siempre va a existir, pero junto a muchas otras cosas, desde luego si hubiera venido al mundo nada más que para sufrir me habría quitado de medio hace mucho,esta frase en concreto no me gusta nada de nada, es tan irreal como un mundo color de rosa.

Anónimo dijo...

Hay gente que pasa por la vida sin alegrías y sin amores, sin embargo no hay nadie que no haya sufrido. Llevándolo a un caso muy extremo me remito a los recien nacidos abandonados a la muerte.

Y sí es una frase bestia, pero es real. Afortunadamente según avanzamos en la vida vemos que hay más cosas... pero hay que avanzar y ese avance no te asegura que esto no sea un valle de lágrimas ;P

De todos modos no hay que hacerle mucho caso a Shevek, al fin y al cabo esta conversación en el libro es una típica conversación de borrachos que se cuestionan cosas bastante complicadas pero que sin duda da para muchas horas de charla y discusión. Te emplazo a ello :D

 
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