Canis familiaris

Esperaba que el hambre canidae que me da con la resaca, me ayudase a digerir las odiosas espinacas, pero fueron un martirio más, en el largo y penoso dia de ayer.

Me siento incomprendida como Calimero.

Solo he encontrado una persona afin a mi odio espinaquil, y es porque se dio un atracón y desde entonces las tiene aborrecidas, pero no me consuela, en algún momento de su vida las apreciaba.
Lo peor fue que cuando eché en el plato de Dante las que me sobraron, él se las comió deleitándose tanto con ellas que dejó el plato más limpio que una patena y al terminar me dijo : - ¿no hay más?
Pensé aquello de: “Tú también Bruto, hijo mio”

Finalmente el miércoles me premié con un perrito de Nebraska (el mejor perrito caliente de Madrid) unas patatitas fritas... unos cuantos vinitos, unos chipirones y de postre un par de ginebras con tónica y un chorrito de limón recién esprimido.


Esto quiere decir que me excedí muy mucho, tanto en la comida como en la bebida como en la hora de acostarme, por este motivo ayer, no era precisamente mí mejor día.

Bajó a Madrid uno de mis amigotes más grandes, ya que mide casi los 2 m. y me lo pasé estupendamente. En el Marcelo había una timba de algún juego de mesa, creo que era un nohaymus, pero la verdad es que no lo sé. Lo que si sé, es que uno de los jugadores llevaba una cachorrita de pitbull americano casi idéntica a la de la foto.

La perrita de ayer, estaba hasta las orejas de estar en el Pub, y como demostró un poco después necesitaba salir con urgencia, la única forma que tenía de explicárselo a su dueño era ladrando, y a cada ladrido recibía un guantazo en pleno hocico.
Desde la experiencia que me ofreció un curso de adiestramiento que hice hace años, sé que el perro no sufre tanto como pudiera parecer con “una hostia bien dada” pero no llevo nada bien esta conducta humana en cachorros tan pequeños.
Esto me hizo pensar en el tan traído y llevado debate sobre las razas peligrosas.

En mi modesta opinión, creo firmemente en que una serie de razas sí son potencialmente peligrosas, y que en manos de ciertas personas se convierten, en eso, un peligro.

Hay gente que opina que “controla” a su perro a la perfección, cosa que dentro de lo razonable, no deja de ser utópico cuando lo que llevas al otro lado de la correa (en el mejor de los casos) es un ser vivo nada vegetativo, que puede reaccionar “por su cuenta” en el momento menos previsible.

Hay otra gente que tiene un perro de presa como el que tiene un caniche, y ojo que los caniches tienen una mala follá impresionante, pero la mordedura o ataque de un bicho de 5 kilos no tiene nadita que ver con el de un animal de 40.
Lo que quiero decir es que no saben imponerse al perro y el perro como el lobo tiene un sentido de la jerarquía estricto, a partir del año se les puede meter caña tranquilamente si tiene un carácter “difícil” que siempre hay modos y modos, hay que tener cuidado con los castigos físicos no sea que surtan en el animal un efecto contrarío al deseado agudizando su agresividad.

En la tele salía el otro día la madre de un niño atacado por un rottweiler, y culpabilizaba al adiestrador. A mi modo de entenderlo, la culpable fue la dueña, el perro conocía al niño desde hace años, pero el niño, aquel fatídico día salió con un cachorrito y el rottweiler atacó al niño buscando al cachorro. Afortunadamente la propietaria tuvo la suficiente sngre fria, para meter al niño debajo de su ropa y esquivar el hocico buscón, ávido y lleno de dientes de su perro salvando así a la criatura.

Dante (mi perro) llegó a mí enseñado, es un perro encantador y nunca a dado muestras de agresividad con nadie, pero no quita que sea una bestia de 50 kilos, cuando estoy con niños, estoy pendiente, cuando está con mi sobrina de 4 años a la que conoce desde que nació, no me confío alegremente, cuando voy por la calle, tomo mis precauciones ante otros perros, si nos acercamos a alguno estoy pendiente de cada músculo y de que cada pelo permanezca sin erizar.
Aún así, hemos tenido peleas que casualmente se han producido por perros sueltos o escapados.

Lo dicho, un perro catalogado de raza peligrosa, lo es. A mi manera de ver las cosas, el que quiera tener un perro de estos, debería pasar un examen muy parecido al de conducir.