viernes, agosto 25, 2006

De tales palos, tales astillitas.

Ved qué niñas tan guapísimas había hace ¿dos semanas ya? en el pueblo, bueno creo que por lo menos la mitad de ellas siguen allí... sí, sé que la foto es una guarrería, pero es que me resulta conmovedor ver las escaleras con sangre nueva, y más si esa sangre me es tan apreciada.



Sé también que debo una entrada a estas niñas, pero tengo el animo flojeroso y temo ponerme tontorrona o absurda.

Diré que tuve la inmensa suerte de conocer a Claudia que tiene una contagiosa risa sardónica, que es imaginativa in extremis y nos contó cuentos absurdos y alucinantes, diré que Alba me pareció comestible y con un carácter duendesco irrepetible, diré que Diego, el eterno ausente, me pareció un niño tan serio que hasta me cortaba decirle algo, pero tengo que reconocer que una semana con ellos se me hizo muy corta, qué echaré de menos el verles crecer ganándome su confianza y su cariño.

Me encanta que Irene también esté en estas fotos, porque me recuerda que es hija de su padre y las escaleras le sientan como un guante.

Diré que adoro a Mónica, qué lejos de mojar la cama como indica el refrán "quien con niños se acuesta meado se levanta" casi la empapo yo de babas el primer día que se despertó y en vez de reclamar a su madre me echó una sonrisa o la noche siguiente cuando se despertó y me dio un beso me abrazó y se volvió a dormir.

Temí por un incierto tiempo que Mónica tuviera complicaciones para entrar en el grupúsculo de Claudia y Alba porque se conocen desde que nacieron y se ven muy a menudo, pero fue un temor que no sabéis la alegría que me dio que fuese infundado porque los caracteres de las tres encajaron como las piezas de un puzzle. El día que iban las tres con sus rizadas coletas de caballo no podía dejar de mirarlas y sonreír.

El único quebradero de cabeza que me ha dado ha sido el peinarla y ni siquiera eso es culpa suya. Es la hija que me hubiera gustado tener y creo que viniendo de alguien que se declara abiertamente anti-ninios es lo mejor que puedo decir de ella. Esto es falso, puedo decir infinidad de cosas buenas de ella.

Esto es todo en un día raro sin motivos aparentes.

5 comentarios:

*V* dijo...

Da gusto verles, la verdad.
A mi me dió la sensación de que el Tejar volvía a ser el Tejar, después de unos cuantos años de silencio...
Eso de estar ahí sentadas derrochando envidia al verles con las bicis, las historias que solo entienden ellos, los callejones de lobos y sombras y las expediciones a escondidas de los mayores para descubrir caminos que en teoria nadie conoce...lo dicho, envidia, de la buena.

Anónimo dijo...

Ehhh, no hay ninguna foto que sea una guardería, todas tienen algo precioso que resalta y embellece.
Y la de las niñas es muy natural alegre, savia nueva. No consigo localizar esas piedras, hace mucho que no me doy una vuelta por esa zona, tendré que visitarla más a menudo.

Pipilota dijo...

Qué bien lo has explicoteado Verónica. Qué magnífica infancia nos dio el Tejar, qué afortunados los niños que lo pueden seguir disfrutando.

Guardería Isa? En que estarás pensando jiji he dicho guarrería de foto a la de las escaleras, porque salió hiper-oscura y he tenido que aclararla un montón para que se aprecien algo las caras y encima no sé que gaitas he hecho mal y no se amplían al pinchar. En fin una autentica guarrería. snif.

Esa piedra donde están sentadas eran las escaleras de avión y por supuesto el avión era la piedra grandota que tienen a mano derecha las niñas.
Es el avión que más accidentes aéreos ha tenido nunca y afortunadamente siempre nos dejaba tirados en sitios maravillosamente salvajes y vírgenes como islas o selvas... je je

Anónimo dijo...

Eso digo yo jajajajaja en qué estaría pensando. Nada que me tartamudearon los dedos y cambié alguna palabra jajajaja, tú fíjate solo el cambio de una r por un d y lo que puede cambiar el significado. Estaré más atenta ;)

Anónimo dijo...

eres unica para emocionar .... bueno unica unica . SI. Un besazo por lo que me toca

 
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