miércoles, septiembre 23, 2009

La tonta del pueblo

Conocí a Olegaria por esos vericuetos de la vida. Olegaria tenía la cualidad de ser receptora de pensamientos tan profundos que la dejaban fuera de juego en el plano consciente de la vida. Estos lapsus no duraban mucho, lo curioso es que después nunca recordaba nada de esos abisales pensamientos, y era una lástima porque se habría convertido en la filósofa más brillante de todos los tiempos, pero de esta manera, Olegaria en lo único que se convirtió fue en un peculiar caso clínico de atípico autismo intermitente.
Era raro ver cómo, sin previo aviso, se quedaba quieta, con una mirada de profunda concentración en algo que nadie más captaba, sin atender a voces ni a toques, tuvieran la intensidad que tuvieran. Cuando el pensamiento pasaba, bostezaba o estornudaba y continuaba donde se había quedado, tanto si era una frase como si era una acción, seguía como si nada. Por eso le costó un poco reconocer sus ausencias, pero cómicos acontecimientos que quedaron grabados por una televisión local, le abrieron los ojos a lo que antes no quería creer.
Por lo demás Olegaria era una mujer perfectamente normal que, a raíz de dicho suceso, decidió trasladarse a vivir a un lugar tranquilo donde sus momentáneas perdidas de conciencia no hiciesen peligrar su integridad física ni la de otros transeúntes.

Actualmente lleva una vida plena en la que alterna su trabajo de panadera con el de La tonta del pueblo. Es querida por todos auque haya días que el pan tiene un tono y sabor un poco más oscuro.
Pero también es cierto que hay días que el pan es tan delicioso que no necesitan comer nada más.

8 comentarios:

Jan dijo...

Hay estudios que indican que los Tontos del pueblo son en realidad los ciudadanos más inteligentes y útiles de toda la sociedad...

Pipilota dijo...

Tal vez todos sean receptores incapaces de retransmitir.

pepa dijo...

¡que gusto leerte! y que suerte la de Olegaria, son tan pocas las personas que llevan una vida plena.

Pipilota dijo...

hmm sí, creo que ha quedado un poco exagerado eso de la vida plena. Una vida plena, qué rollo ¿no?

Anónimo dijo...

dimemaquina escribió...

¡Venga, Olegaria! -digo Pipi-
tampoco será tan duro lo de la vida plena... ¿o sí?

(Una broma)

¡M´ancantao!

xxx

Pipilota dijo...

Gracias

lentejas dijo...

¿Esto es de algún autor o lo has escrito tú?

Es genial, me encanta

Pipilota dijo...

Oiga, yo cuando copio o cito, mento la fuente u_u

Se nota que estás de güen humor y que tu vida empieza a ser plena :D

 
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