sábado, septiembre 19, 2009

Esquemas rotos

Como en una extraña y significativa analogía, desde el lunes ha empezado a hacer frío. Hace frío fuera y hace frío también dentro.

Un agujerito para verme no sólo os acerca a vosotros a mi, la mayoría de las veces me acerca a mí misma.
Por eso voy a comentar mis sentimientos respecto a la muerte de Dante, porque me tienen francamente asombrada, y a estas alturas de la vida, que una se asombre de lo que acontece en su interior es, como mínimo, raro.

Hay algo que no ha cambiado en absoluto y es que sé perfectamente lo que sentí por él hasta el último momento. Me duele ver a sus amigos en la calle, o que mi madre haga, digamos, arroz con pollo y no poder darle las ternillas o las pieles, o que no salga a recibirme, o que no ladre cuando suena el telefonillo… en fin, todo ese entramado de pequeñas cosas.

Lo que me desconcierta es que no siento el dolor desgarrador que yo misma suponía que sentiría. Muy por el contrario siento una especie de liberación, y al mismo tiempo y por este motivo, siento tanta frialdad que si no tuviese claro mi cariño incondicional, me haría verme a mi misma un poco monstruosa.

Unas piensan que es porque he madurado, otras que es porque estoy en shock y otras que es porque ya pasé el duelo antes de su muerte.

Yo no creo que esté en shock y no sé si es una cuestión de madurez, tal vez sí pasé algo de duelo en este horroroso último mes, quizá me preparó de alguna manera, pero eso no explicaría esta especie de indiferencia por la ausencia. No lo sé, puede que tenga algún momento de tristeza al recordarle, pero a estas alturas dudo mucho que el dolor que tantísimo miedo me daba, ese dolor puro que sólo sentí cuando llegó el momento y cuando me desperté por la mañana... ese, no creo que vuelva.

Eso sí, si un duende me propusiera el trato de vover a tener a Dante otros 10 años, con buena salud, aunque con la reducida movilidad que él me aportaba... firmaría con los ojos cerrados.

Me encuentro en paz por mucho que una especie de absurda conciencia me quiera decir que soy un ser sin corazón. Sé que no es verdad . Sé que en algún momento los corazones también necesitan descansar.

PD: he dejado un enlace permanente en la columna de la derecha del post en su memoria y he creado una etiqueta sólo a su nombre. Creo que se lo merece.

16 comentarios:

Pipilota dijo...

Y aún así, no he podido dejar de emocionarme hace un momento, cuando chschs me ha contado que Mónica quería verle una vez más, vivo. Que ayer no podía dejar de pensar en él.
Creo que Mónica empieza a comprender ahora lo ha pasado. u_u

ÓsQar dijo...

Hola Pipilota: hace tiempo que no me paso por aquí y veo que llego en el peor momento.
Siento mucho tu pérdida y espero que sigas adelante con la integridad que demuestras en este post.
Ánimo y un besote

Pipilota dijo...

Siento que te hayas encontrado este pastel. Muchas gracias por tus ánimos.

Anónimo dijo...

No te fustigues, Los sentimientos son algo irracional e incontrolable, no tienen porque ser correctos, apropiados u oportunos, surgen cuando deben surgir de tu propio interior y me parece que los conflictos internos surgen principalmente cuando se intentan forzarlos o reprimirlos.No por expresar un mayor dolor vas a demostrar mejor tus sentimientos, estos lo hacen de muchas maneras y tienen sus propios tiempos.

David Aenlle.

pepa dijo...

¡Es que, mira que eres rara!. Te pasas, ¿cuantos años?, ¿once?, ¿doce?...... queriendo a tu perro con locura, cuidandole, mimandole y sufriendo con el cada una de sus multiples dolencias.
Le has acompañado, durante las 24 horas de esas cuatro o cinco angustiosas últimas semanas. Estas convencida que volverías a vivir todo (o casi) y pasar otra vez por lo mismo.
¿y todavía te preguntas donde esta el dolor?.

Pipilota dijo...

No, si no me fustigo, simplemente es algo que no me esperaba.
Ayer me dio muchísima pena recordar cuanto sufrió los últimos días, recordar esas noches tan largas en las que el pobre no dejaba de gemir. A veces yo perdía la paciencia. Pobrecito mio.

Fueron 9 años y 9 meses contra 1 mal mes. ¿Quién no firmaría con esas cuentas tan contundentes?

Lola dijo...

Yo quisiera decirte muchas muchas cosas, pero no puedo, sólo decirte que conozco ese sentimiento mitad culpa mitad liberación, ese intentar apagar el dolor recordando los buenos momentos e intentar dejar escondidos esos momentos últimos en los que no existes sólo existe el otro y estás temiendo el momento en que dejará de existir y sólo quedarás tú.
Por supuesto que no es verdad que seas un ser sin corazón, sólo que cuando se da tanto amor, el corazón queda en paz.
Un besazo muy grande, por cierto voy a tener un poco complicado verte tenemos a mi suegro en el hospital.

Pipilota dijo...

Vaya añito de mierda.

No te preocupes por las dificultades, te veré pronto.

¿Escritora o escribidora? dijo...

Hola Pipilota,

Pasé ayer por aquí para saludarte y decirte que había vuelto a las letras... Pero vi que había muerto Dante y me quedé sin palabras. No sabía qué escribir...

Seguramente fue porque el viernes 2 perros atacaron al perro de mi madre, y entre el disgusto de ella y lo malito que estaba él...
Pero bueno, poco a poco ya está mejorando.

Creo que ahora pasarás por etapas, como en todo duelo, pero sé que tienes más bueno que malo por recordar. Y ésto último se va olvidando con el tiempo.

Te mando un abrazo enorme

Un beso

Lou

Pipilota dijo...

Hola EoE, espero que el perro de tu madre se reponga pronto.

Gracias Lou

Anónimo dijo...

dimemaquina escribió...

...tu lobo convertido en otro lobo, tu batalla en otra batalla...

¡Oye Pipi!... ¿no te habrás ido a Eufamia sin mí? :D

Bss

Pipilota dijo...

Cuando localice Eufamia serás la primera en saberlo.

Te mandaré una postal ;P

lentejas dijo...

Vamoooos, no me digas que seguimos con cargos de conciencia... A la tal Conciencia le daba yo de hostias, fíjate...

Que sí, que además de la pena porque no está, está la liberación de la angustia del último mes y de problemas varios que ha tenido el pobre (y tú con él) en los últimos años... Eso desde fuera se entiende perfectamente, pero la marrdita conciencia es el angelito gilipollas que quiere hacer que te sientas mal por liberarte de algún peso (psicológico, de cansancio acumulado, de falta de libertad de movimientos, de mucha responsabilidad...Qué sé yo...)

Descansa y no te comas más la cabeza, que se te va a quedar pequeña...

Muacccc

Pipilota dijo...

Lo entiendo todo menos a mi misma y eso es lo que me sorprende. Deja que me coma la cabeza que es muy bueno y sustancioso, mujer.

pepa dijo...

Bienvenida al club de los que no se comprenden a si mismos, ¿cuanto tiempo has tardado en apuntarte, no?.

Pipilota dijo...

Vale, mexplicaumal.

No es que no me entienda... muchas veces no me he entendido, sobre todo cuando discuten la razón y el corazón.
Ahora, digamos que la razón y el corazón están de acuerdo y eso me descoloca un poco, pero que estoy encantada de descubrir que todavía me queda mucho por conocer de mi misma... y más a estas alturas :)

 
adopt your own virtual pet!