viernes, noviembre 23, 2007

Caperucita roja



Os dejo el cuento de Caperucita roja contado por Colitas.
Aunque yo era demasiado pequeña para recordar a La familia Telerín, creo que en mi subconsciente de bebé, quedó algo de la forma de contar los cuentos de Colitas que se hace patente cuando cuento un chiste. >_<

Buen fin de semana a todes.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Aysss, ayssss, genial :) A mi, forma de contar los cuentos no, pero musas vece mi guta hablá así. Apate mi guta mantené ese espíritu "bebé", no sólo pq me encanta, sino pq me parece genial mantener esa ingenuidad; es algo q no debería perderse y ver en cada objeto, en cada ser, un "momento virgen" que descubrimos por primera vez. La imaginación que proporciona la ingenuidad no tiene precio, y es uno de los mayores tesoros que poseemos. La mayoría decide olvidarse...porque se hacen mayores, aplican siempre la experiencia adquirida en sus años de existencia, y dejan que el tiempo se encargue de borrar esa ingenuidad, esa imaginación. Mucha gente piensa que soy un raro en ese sentido (no soy ingenuo, sino q mantengo la ingenuidad...yo tb tengo mis años y si el momento lo requiere, antepongo mi experiencia)...yo me considero un afortunado.
Pitufo deja una sonrisa ingenua a Pipilota :)

Pipilota dijo...

Gracias por tu sonrisa ingenua Pitufo travieso, hoy me viene especialmente bien.
Yo además te mando un ingenuo guiño sonriente ;)

Con toda mi experiencia a cuestas no puedo dejar de ser ingenua, me lo creo todo y luego me pasa lo que me pasa. A veces me gustaría no ser así por las hostias que te llevas, pero veo que si fuera de otra manera, yo misma, ya sería otra persona.

Todavía no sé si estoy a favor o en contra de la ingenuidad, pero sé me gusta que me cuenten cuentos :D

Atlantida dijo...

Desde que ha empezado el cuento no he dejado de sonreir un solo instante, supongo que es ante pequeños seres cuando nos volvemos pequeños nosotros, y nos dejamos atrapar por ellos, por su mundo, aunque este sea ficticio y forme parte de un programa de Tv. Yo creo que la madurez no está reñida con la imaginación, que es distinta a la ingenuidad. Uno se siente ingenuo cuando desconoce, un niño suple el desconocimiento con imaginación, por eso son tan endiabladamente inteligentes

Pipilota dijo...

Me alegra muchísmo que Colitas haya puesto una sonrisa en tí. Posiblemente me equivoque, pero me daba la impresión de que andabas un poco mustia estos días.

Ciertamente la madurez y la imaginación no son cosas que estén reñidas entre si, pero creo que la ingenuidad y la madurez un poco sí. Cuanto más adultos (que no mayores) nos hacemos, más vamos desconfiando de las cosas, más nos cuesta creer en la sinceridad y en la bondad de la gente... no sé, yo sigo creyendo en los Reyes Magos :")
Yo siempre había querido tener un lobo y me trajeron a Dante hace unos años ^-^

Atlantida dijo...

Cuando ya era lo suficientemente mayor como para creer en los reyes magos pero no lo sificientemente adulta como para ser considerada como tal, tuve la tentación de ahogar los sueños de mi hermana pequeña con respecto a la existencia de los reyes magos (las hermanas mayores y nuestras crueldades :( )Mi madre tuvo entonces una seria charla conmigo donde trataba de convencerme de que los reyes magos existian más allá de lo que yo pensase porque, más allá de que fuese algo físico, era una ilusión, y las ilusiones nos debemos matarlas. No sé como lo consiguió aún, pero creí, esa noche creí y dude de todo lo que no había creido hasta entonces.
Aprendí una lección, y la llevaré conmigo siempre.
Estos días no he estado triste, ni mustia, sí un poco pensativa y analítica con todo lo que me rodea, gracias por preocuparte :)

Pipilota dijo...

^_^ de nada, tengo un singular don a la hora de atinar con el estado de ánimo de la gente. Yo le llamo como al malo de Los Autoslocos "Pierre Nodoyuna" ;P

Tú madre es genial :)

 
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