jueves, octubre 30, 2008

De esperanzas

Las esperanzas son seres de varios tipos y son siempre seres pegajosos.

Está esa esperanza absurda pegajosa como una mierda en el zapato que tienes que restregar contra el suelo muchas veces para que decrezca y aún así parece que no termina nunca de desaparecer. Luego está esa esperanza pegajosa como el olor del humo que parece que nunca se despegará y de pronto un día airoso desaparece como llegó, pero también hay un tipo de esperanza que es pegajosa como la miel y como la miel alimenta y repone fuerzas.

Hay una esperanza chiquitita. Una esperanza que es del día a día y aunque el lunes y el martes el esperanzómetro cayó a un nivel que creí que no se recuperaría, ya ayer empezó a brotar y hoy está solidamente instalada. Lo malo de las esperanzas es que a veces se alimentan de un tono de voz al otro lado de un teléfono… pero hoy es hoy y mañana será otro día.

Es curioso cómo siendo un día tan nublado y frío como el del martes, ya no me resulte tan feo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy es un día tan bueno como cualquier otro para tener esperanza. No sé... seguro que tú sabes tanto como yo de eso.

Besos mil.

Pipilota dijo...

O más... yo de vez en cuando echo una primi.

Besos mil? como las lluvias de abril ;)

 
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